A divertirse [19 de Septiembre]

Kevin no pudo contener la risa al ver la torpeza de Daron. Por lo visto no tenía mucha delicadez con las mujeres, o quizás solo era torpe, quien sabe. Por suerte Cathy había reaccionado bien y todo seguía en marcha.

Volvió a girar la botella, que se detuvo en Tom Prince. Bien él al menos se había animado a darle un detalle extra al beso que le había tocado dar...

Giró la botella nuevamente y vio con asombro como se detenía en Jazz. ¿La chica daría otro buen espectáculo? Aún no se quitaba de la mente las imágenes de su beso con Daron.

No era precisamente su día de suerte, cierto? Al menos eso era lo que estaban pensando Tony y Hana, quienes incluso intercambiaron miradas y todo cuando la última pareja salió sorteada.

Ambos suspiraron disimuladamente, resignándose para lo que venía. -Daron amigo, ten más cuidado- Le dice Tony con una sonrisa al rubio, mientras Hana veía un poco sorprendida el choque, llevándose ambas manos al rostro para cubrirse la nariz y la boca en un gesto que demostraba su sorpresa. Honestamente al pelirrojo le había molestado un poco la tosquedad hacia Catherine, pero obviamente no demostraría nada.

Vale, al menos la situación había pasado y terminado rápidamente... Para ellos dos. Damon por su parte estaba preparándose mentalmente para otra escena con Jazz, y quizás esta hasta sería peor...

Tom se había despabilado al ver el beso entre Jazz y Daron. Los que le siguieron fueron tranquilos, pero tampoco contuvo la risa al ver la torpeza de Daron con Cathy. Quizás había quedado traumado o algo...

Recibió el codazo de su hermana cuando la botella lo apuntó. No era ciego... ¿Pero con quién le tocaría?

Observó a la botella girar y se sorprendió un poco al ver en quién se había detenido. Eso podía ser interesante.

Volvió a levantarse y se dirigió hasta donde estaba su compañera. 

- ¿Dónde? - Le preguntó aún de pié. No iba a arriesgarse a que lo dejaran tirado en el piso como a Daron.

Beso tranquilo, lo suponía aunque no esperaba que Alice fuera la de la iniciativa, no podía negar que eso le había agradado. El siguiente beso fue gracioso a su parecer ¿Tan marcado quedó el chico por su beso? Tal vez debía abordarlo más seguido.

Pronto fue señalada por la botella, sonriendo divertida por saber con quien le tocaría. Alzó la vista cuando el chico llegó a ella, al parecer no se hincaría. Bien, si así lo quería.

Se levantó, no sin antes advertirle a Alice que no huyera, y se colocó frente a Tom, mirándolo a los ojos.

- Aquí -le respondió con suavidad, tocando sus propios labios entreabiertos con el dedo índice.

No se esperaba que la chica fuera a ponerse de pié, no había sido su intención... Pero ya estaba hecho, no iban a sentarse ahora.

Observó como la chica se llevaba el dedo a la boca, y sonrió de lado. Era un gesto interesante.

Tomó un mechón del cabello negro de Jazz y se lo acomodó detrás de la oreja, usando el mismo gesto para sujetarla con suavidad de la parte posterior de la cabeza, y acercar el rostro contrario al propio. La besó sin preocupaciones, aunque antes de hacerlo, le dio una lamidita en el labio superior, sólo para ver que pasaba.

Se dejó acariciar mientras seguía contemplándolo, el chio tenía iniciativa lo que lo hacía más entretenido. Sonrió para sus adentros cuando sintió la lamidita. Si él quería jugar y dar un buen show, adelante.

Puso ambas manos en el cuello y parte de la nuca de Tom, acariciando estas partes mientras deslizaba sus labios sobre los contrarios, lamiéndolos de tanto en tanto hasta que decidió abrirse paso entre estos, invadiendo la boca opuesta, profundizando de esta forma el beso.

Sintió las manos de Jazz en su cuello. Le agradaba que ella pusiera algo de su parte, sin embargo, él no se echaría hacia atrás. Al sentir a Jazz intensificar el beso no pudo evitar sonreír (bueno, tanto como la situación se lo permitía), y se acopló a la nueva modalidad sin problemas.

A medida que el beso se iba haciendo más intenso, bajó la mano que tenía en la parte trasera de la cabeza de la morena hacia su cuello, y la mano contraria la depositó en su cintura, dándole un leve tirón para que el cuerpo de ella quedara considerablemente más cerca del suyo.

Sonrió para sus adentros cuando el chico le respondió sin problemas, eso le daba pie a seguir y demostrar que tampoco se echaría hacia atrás. 

Exploró la boca contraria intensificando la acción mientras esta duraba. Lo rodeó con sus brazos por el cuello, pegándose más a él. Una de sus manos se enterró en el cabello del muchacho, presionando suavemente la zona. 

Se separó lo suficiente para darle una mordida suave en el labio inferior antes de reanudar el beso.

La cara de Eerin no tenía precio. Sabía que su hermano podría llegar a hacer algo así durante el juego, pero no pensó que ninguna chica lo hubiera correspondido.

Una vez que el beso fue subiendo de intensidad, ella dejó de mirar. Era su hermano, después de todo... Y no era una visión del todo agradable para ella.

Al oír silbidos y otras expresiones, volvió a levantar la vista... Sólo para ver a su hermano casi fusionado con la chica creepy. Hasta allí había llegado su tolerancia. Tomó uno de los papeles que había sobre la mesa y lo hizo un bollo.

- ¡Hey! - Exclamó, al tiempo que tiraba con todas sus fuerzas el bollo de papel que, para su sorpresa, dio justo en el blanco (la cabeza de Tom).

Éste finalmente se desprendió de su "pareja" y la miró sorprendido. Eerin le hizo un puchero, y volvió a poner su cara seria.

- Consíganse un cuarto.... - Le dijo de mala gana.

Podría decirse que se había olvidado por completo en donde se encontraba. Hasta le pasaban desapercibidos los silbidos, tan concentrado que estaba por "ganar" lo que él consideraba una competencia.

Lo que no pudo ignorar fue el golpecito en el costado de su cara, que arruinaba por completo el ambiente en el que se encontraba. De la sorpresa, separó sus labios de los de Jazz, y giró la cabeza hacia el origen del proyectil (???). Allí estaba su hermana, mirándolo con cara fea.... No pudo aguantar la risa ante su comentario. ¿Se habría propasado? Naaahhh.

- Lo siento - Le dijo aún entre risas, mientras soltaba a Jazz.

- Sí, sí... Quiero arrancarme los ojos - La escuchó murmurar.

Volvió a mirar a Jazz y le sonrió divertido. Le dio un último beso en la comisura de los labios y se fue a sentar junto a su hermana, quién lo golpeó con fuerza en el brazo.

Había valido la pena.

Fue repentino, se encontraba besando al chico como si nada y de pronto este giraba su rostro a quien sabe donde. Aunque dicha duda fue resuelta rápidamente cuando vio a Eerin nada feliz.

Sonrió dejando que el chico se separara, ya habría oportunidad para reanudar la competencia a la que se habían retado silenciosamente.

Se dejó besar por última vez, para después pasear la mirada por los presentes, satisfecha de las nuevas reacciones. Sonrió nuevamente y sentó en su lugar.

Estaba resultando ser un buen juego.

Hana estaba cubriéndose la cara casi en su totalidad a excepción de los ojos, que los dejaba descubiertos para ver a través de sus dedos con bastante pena y sin salir del asombro. Tony por su parte no estaba muy cómodo realmente, no le gustaba que su prima adorada (quien ya le había alcanzado su toalla y su taza de café caliente) viera ese tipo de cosas. Fabri para ser Fabri y estar acostumbrado a ese tipo de cosas, también se encontraba impresionado, aunque a penas y lo demostraba en su expresión.

-Damon...- Se escuchó decir a Angie cuando el albino salió del lugar, seguido por la rubia. Había visto más de lo que le hubiese gustado, honestamente... Ahora sólo pensaba en ir a llamar a su primo, por lo que al llegar al pasillo ya hasta tenía el teléfono en la mano y todo. Pasó a Tessita rápidamente sin prestarle atención y dejó que Angie le siguiera, no es como si les estuviese prestando mucha atención a su entorno realmente.

Marina se quedó literalmente boquiabierta al ver el beso de Tom y Jazz. Estaba tan sorprendida que no pudo ni articular un silbido, aunque le hubiera gustado hacerlo...

Al fin se ponía divertido. A ella le daría un poco de pena estar en esa situación con todos mirando, pero si se daba, tendría que jugar. Por suerte le había tocado alguien tranquilo anteriormente.

Se preguntaba que clase de parejas seguirían.

El primer silbido, obviamente, había provenido de su parte. ¿Porque rayos no le tocaban chicas así a él? Con suerte tendría mejor fortuna la vez siguiente, aunque... Miró a sus compañeras... todas parecían tranquilas. Bueno, menos Rose, pero con su suerte, no le tocaría ella. 

Estaba tan contento por la emoción que los últimos le habían puesto al juego, que no tuvo tiempo de deprimirse.

Vio a Damon y Angie abandonar la sala pero no le dio importancia, quizás se habían aburrido al no jugar, quien sabe.

- Bueno, sigamos el juego ¿Les parece? - Preguntó volviendo a tomar la botella - Aquí lo que falta es alcohol - Dijo divertido, y haciendo girar la botella, la que se detuvo apuntando a Franz. - Ahora veamos quién es la afortunada... - Volvió a hacer girar la botella, y esta vez se detuvo en Rose.

Suspiró. Y allí acababa su suerte.

Se había recobrado del momento anterior, sin embargo aún no se le quitaba el nerviosismo de hace momento y ahora más al poner atención en lo que hacían las parejas.

¿Alcohol?... pero eso era para adultos, bueno gente un poco más madura. Prefirió no decir nada más, no fuera que por eso pasara algo malo, como muy seguramente le advertiría su compañera de cuarto. Vio a las personas a las que la botella había elegido para jugar. Sonrió, al menos se había salvado ella.

Su mirada divertida era bastante obvia y a decir verdad no se molestaba en ocultarla, la última pareja ciertamente fue digna de ver, si así fueran todas el juego mejoraría bastante, a sus ojos al menos.

Su turno llegó de nuevo. Bien, Franz no era mala opción, era apuesto y no se asustaba con un beso francés, como había había visto en cierta sección del círculo de jugadores. 

Sonrió al escuchar el suspiro de Kevin, así que que le dio un besito en el cuello como compensación (?), también quería besarlo ya que sería divertido pero la botella no parecía pensar lo mismo.

-¿Labios o cuello? -preguntó Franz ya estando frente a ella.

- Labios -miró hacia Victoria- No te molesta ¿cierto?

Varios de los presentes prestaron atención a la castaña esperando su reacción. ¿Insultaría? ¿Golpearía? ¿Arrojaría algo? ¿Debían ir a pedir ayuda de una vez? Sin embargo la chica sólo sonrió de lado.

- Que va, el principito y la princesita pueden besarse, de todas formas, no esperes la gran cosa -dijo sin más, terca y orgullosa como era.

Rose no perdió detalle de la expresión molesta de Franz y antes de darse cuenta, el chico acunaba su rostro y la besaba con intensidad. Tardó un momento en responder pero finalmente lo hizo, colocando su mano en el cuello contrario. Ellos también estaban dando algo bueno para ver.

Cuando el beso terminó pudo ver la mirada desafiante que Franz le dirigía a Victoria y como esta se la regresaba. Rose sólo sonrió antes de ver la botella y girarla.

La primera fue Antía y el siguiente fue Kevin.

- No me decepciones Kev-Kev -le dijo divertida.

Volvió a dedicarle un buen silbido a la pareja que había dado otro buen espectáculo. No lo dudaba de Rose, aunque Franz realmente lo había sorprendido. Rió por dentro "Lo que hace la negación~" pensó.

Cuando la botella volvió a girar y anunció la nueva pareja (?), Kevin puso cara de poker. ¿No podía haberle tocado la ronda anterior? Diablos. Lo peor fue oír el comentario de Rose. Genial... Él no tenía problemas con darle un buen espectáculo, pero su pareja era Antía, y pegaba fuerte, y estaba su primo, y.. y... Miró con ojos de cachorro a Rose, antes de levantarse y dirigirse hasta donde estaba la rubia.

- ¿Labios o cuello? - Le preguntó con su sonrisa más encantadora. Si Rose lo había puesto nervioso, no había rastro de aquello en ese momento.

Al parecer los besos estaban subiendo de nivel, algo perfectamente normal siendo un juego de botella cuyos participantes eran chicos jóvenes y hormonados, aunque no faltaban los tranquilos o tímidos.

En eso pensaba cuando fue su turno nuevamente, al ver quien el tocaba sonrió. Kevin le parecía alguien agradable así que no se quejaba, además sólo era un beso, nada del otro mundo.

- Labios -le respondió tranquila- Las manos donde pueda verlas -le advirtió bromista. Aunque sí era capaz de soltar un golpe si algo no le gustaba.

A su lado, Alex lo miraba con cara de nada mientras su amigo le colocaba una mano en el hombro.

Esperó la respuesta de la rubia y no se sorprendió al oírla, aunque soltó una risita al oír su broma (que seguro de broma no tenía nada...). Lo peor es que tenía al primo ahí al lado, mirándolo con cara de nada, pero con esos ojos que daban miedo.

Levantó ambas manos y se las mostró a Antía, para luego tomar con ellas el rostro de la rubia, suavemente. Eliminó la distancia entre el rostro ajeno y el suyo, y la beso en los labios, como ella había pedido.

No necesitaba voltear para saber que su primo tendría su mirada de "Muérete" dirigida a Kevin, por suerte Alex era lo bastante controlado para no arrojarse a la yugular del chico o vengarse después. Su hermano era otro cantar y esperaba que no se enterara que había participado en el juego.

Sonrió al ver sus manos y se dejó besar sin problema, correspondiendo el gesto en breve, sabía que varios estarían esperando algo más pero no era su estilo, así que se limitó a darle un beso tranquilo hasta que este terminó.

De cierta forma la mirada de cachorrito de Kevin había surtido efecto, así que sería considerada con él, después de todo sabía el mal carácter que tenían los Stoker (sobretodo si los provocaban) y que Antía tenía mano pesada. Nunca la había golpeado a ella pero lo sabía de fuentes confiables.

El beso terminó, siendo suave, ya lo esperaba. Le sonrió al chico y giró otras vez la tan mencionada botella. Los elegidos fueron, Hana y Alex.

Manos de Kevin a la vista, bien. Beso suave sin mordida, lamida o intensidad, bien. El chico podía seguir viviendo, eso no significaba que dejaría de verlo feo, pero tampoco diría o haría algo, se recordaba que era sólo un juego y que su prima podía arreglárselas de ser necesario.

Fue en eso cuando notó quienes eran los siguientes y simplemente suspiró. ¿Por qué no dejaba de jugar? Cierto, sus amigos lo arrastrarían de nuevo, bastardos ya se la pagarían.

Con calma se levantó y fue hacia Hana (¿Cuándo se moverían las chicas?), hincándose nuevamente frente a ella.

- ¿Dónde? -preguntó seriamente esperando que no eligiera el mismo lugar que con su amigo.

De nuevo Hana suspiró al ver que la botella había seguido un poco de largo y quedó apuntando cerca de Daron... El colmo sería que en una siguiente ronda la emparejase con Travis, pero no tuvo mucho tiempo para pensar en ello ya que Alexander se colocó frente a ella al poco tiempo.

-Hum... Cuello- Le responde apenada. Bueno, al menos Alex también era lindo, pero seguía sin querer prestar sus labios para algo que no significaba nada para ella, de hecho para nadie. Volvió a retirarse el cabello un poco mientras echaba el rostro hacia un lado, levemente sonrojada.

Frunció el ceño ligeramente, ya esperaba esa respuesta de la chica pero eso no significaba que hubiera tenido una pequeña esperanza de que cambiara de opinión. No tenía demasiado problema con un beso en los labios, podía ser algo ligero y asunto arreglado. Pero en el cuello se inclinaba más, desde su punto de vista, a lo sexual, a lo erótico. A decir verdad no se sentía cómodo besando el cuello de cualquiera.

En fin, así eran las reglas e iba a respetarlas, tampoco era para que armara un drama, después de todo ya estaba ahí y para bien o para mal no se había retirado del juego.

Suspiró resignado antes de darle apenas un roce en la zona, con sus labios. Se levantó y fue a su lugar.

Un beso ligero, ya lo esperaba. A esas alturas sabía quienes podían dar un buen espectáculo, quienes darían un beso ligero y quienes podían hacer algo divertido aunque fuera sin proponérselo.
 
Sólo esperaba que la botella diera buenas combinaciones como lo había hecho con algunas. Claro, ya quedaban pocos concursantes pero con suerte en la próxima ronda, si se llevaba a cabo claro. Nunca se podía predecir en que momento aparecería un profesor o un prefecto.
 
Daba igual de momento, aprovecharía para girar nuevamente la botella, que esa vez señaló a Victoria y a Tony.