Cuidando al profe (20 de Septiembre - En la mañana)

Se había enterado por su primo cute (es decir, Damon) que los profesores habían tenido una reunión la noche anterior, una especie de convivencia en un bar. Su primo a su vez se había enterado por su tío Christopher, profesor de psicología de preparatoria.

Si llevaba consigo una bolsa de papel con desayuno y una bandeja con vasos grandes de té verde y café mientras se dirigía a la sección de las habitaciones de los profesores, era porque planeaba visitar a Alessandro esa mañana. Ya el moreno le había hablado de sus lagunas mentales cortesía del alcohol, así que asumía y casi se esperaba que justo ahora estuviese sufriendo los efectos de éste por la convivencia de la noche anterior.

En resumen, lo que quería era hacer la buena acción del día al cuidar al profesor y ayudar a que se mejorara... Y también ver si podía obtener algún chisme de su parte Uu. Nunca se era muy temprano o muy tarde para enterarse de un buen chisme.

Llegó a la habitación indicada (aún recordaba cuál era de la vez que tuvo que repartir cestas de regalo) y tocó la puerta muy suavemente... Si sus sospechas sobre la posible resaca de Alessandro eran ciertas, lo menos que quería hacer era atormentarlo al llamar a la puerta demasiado fuerte.

Se encontraba tirado en la cama bocabajo, con sus extremidades completamente extendidas. En sus pensamientos-sueños no había algo más que una completa oscuridad sin embargo juraba que en el fondo se escuchaba unos golpes los cuales parecían martillarle fuertemente en la cabeza.... casi hasta llegar a perforarle. Pedía que aquella molestia se terminara.

Fue abriendo los ojos lentamente sin ser deslumbrado por la luz del sol, gracias a sus cortinas opacas. Levantó la cabeza con fastidio y vio su reloj de mesa eran las diez de la mañana... sin embargo en esas condiciones y esa hora, no era de alguien compasivo de su persona o cualquier otra que estuviera en un estado post-fiesta.

Se recostó levemente quizás si no atendía al momento la persona desistiría... pero al parecer no fue así. Se incorporó levemente de su cama aún mareado y sintiendo una fuerte punzada en su cabeza. Además de tener bastante sed se encontraba con un enorme cansancio, como siempre lo más pesado de una fiesta era la resaca del día siguiente. Tomó unos pantalones cortos y su camisa del suelo para ponérsela encima sin abrocharla. Abrió con desgana la puerta mientras seguía sobándose la sien.

-¿Qué quieren? - soltó sin fijarse de quien se trataba

Tocaba la puerta lo más suave que podía, en serio que si. Incluso llegó a preguntarse si su suposición en cuanto al estado actual de Alessandro estaría errada, lo cual podría significar que en verdad el dueño de la habitación no sufría los efectos del alcohol y tal vez estaba tocando muy suave para que la escuchara.

Después de un par de minutos se separó de la puerta para verla con expresión de '=\' tal vez el profesor ni siquiera se encontraba. No pensaba insistir demasiado, aunque pronto descartó esa idea al escuchar a alguien del otro lado acercándose a la puerta.

Sonrió levemente, o mejor dicho, menos de lo que usualmente sonreía. Al ver el estado de la persona que le abrió la puerta realmente no se sorprendió mucho, ya se lo esperaba después de todo, aunque no pudo evitar que en su gesto se reflejara la leve compasión que estaba sintiendo.

Buscó en la bolsa de papel una botella de agua y se la extendió, sin dejar de sonreír -Buenos días?- Saluda en voz baja.

Ante la voz conocida, puso atención a la persona que se encontraba frente a él. Se recargó sobre el marco de la puerta mientras miraba a Gisselle el extenderle la botella de agua. Le tomó un tiempo para poder reaccionar sobre la situación que tenía de momento, tomó la botella de agua de buena gana.

- ¿Ahh?..¿Qué haces aquí? - le preguntó con desgana queriendo regresar a su cama y recuperarse en el transcurso del día.

Bebió un largo sorbo de la botella, hasta casi vaciarla.

Sonrió un poco más, divertida por la situación, aunque intentó ser lo más discreta posible. La manera en la que casi vació la botella de agua de un sólo golpe prácticamente le decía que sí, era necesitada en ese lugar.

Al escucharle notó en su voz las ganas de volver a su cama, después de todo ella misma lo había usado varias veces. De todas maneras, no quería entretenerle mucho parada allí afuera en el pasillo -Seré sincera...- Comentó todavía en voz baja y sonriendo un poco -Me enteré que tuvo fiesta ayer. Pensé en venir a verle por si estaba cansado y... Ahora que lo veo, me gustaría quedarme a cuidarle- Le explica buscando de nuevo en la bolsa de papel para mostrarle una caja de aspirinas y otra de Eno-selzer.

-Seré buena enfermera, lo prometo. Puedo pasar?- Le pregunta sonriendo otro poco, pero no mucho, sabía que en ese momento esa técnica no sería la más efectiva por el estado en el que se encontraba Alessandro.

Aún se encontraba de pie sin realmente reaccionar bien ante la situación y entre todas las palabras que había dicho Gisselle pudo captar lo de "enterarse de la fiesta".."cuidarle y ser buena enfermera". Ante lo cual no pudo evitar más que exclamar un confundido

-¿Qué?...-tomó un poco de aire, tratando de reorganizar sus ideas respecto a lo que acababa o mejor dicho había entendido de la conversación - Disculpa creo que entendí mal tus palabras - le dijo mientras tallaba uno de sus ojos con sus manos - ... Creí haber escuchado que pretendes .. ¿cuidarme?


No es que fuera un niño o adolescente que necesitara ayuda, además quedaba el punto de que no veía tan adecuado aquella idea. Parpadeó unas cuantas veces esperando el comentario de Gisselle.

Se sorprendió un poco con esa reacción... Había sido mala su propuesta? O es que había sonado mal?

-Hum... Lamento si le molestó mi propuesta...- Se lleva una mano a la nuca mientras agacha la mirada, sonriendo apenada... Era en momentos así en donde entendía por qué varias personas decían que ella podía ser muy impulsiva -Sí, fue una idea tonta...-

En eso notó algo curioso, algo que no habría visto si no hubiese agachado la vista. -Hum... Profe... Tiene los pantalones al revés, pensé que... Podría interesarle saber eso- Le dice mirándolo de nuevo. Honestamente, eso le decía una vez más que sí, Alessandro necesitaba que lo cuidaran, así que tomó aire y le sonrió de nuevo, recuperando sus ánimos -Insisto en que me gustaría cuidarle, a la final hasta me lo podría agradecer-

Le extendió la bandeja de cartón con los vasos y la bolsa de papel luego de haber metido de nuevo las pastillas en ella para mostrársela. -Se las traje a usted. Le recomiendo que beba el té verde porque es bueno para el dolor de cabeza, pero si prefiere el café también le traje un vaso. Es como el que pidió la vez que nos encontramos- Le explica sin dejar de sonreír. -Y también le traje el desayuno y más agua, pensé que a lo mejor no querría ir a buscarlas usted. Y todo sigue caliente-

A continuación le pasa rápidamente por al lado, quedando dentro de la habitación y dándose media vuelta para verle de nuevo -Ve? Si pienso en todo... Por favor déjeme cuidarle- Le dice poniéndose un poco más insistente. -Ya he cuidado a mi papá antes de las mismas situaciones, estoy acostumbrada-

La situación actual hacía que estuviera mucho más despistado de lo inusual, de hecho mucho más lento en la captación de los movimientos así como los suyos propios. Había notado el gesto de Gisselle de agachar la cabeza por lo cual creyó que la chica daría por terminado aquello y se regresaría sin más.

Después de que observó y se dio cuenta acerca de como estaba vestido, no pudo evitar pensar en lo malo que estaba en condición como para haber pasado por alto aquello. Agarró todas las cosas que le había traído la chica por instinto pero si estaba algo confundido con todo lo que le decía Gisselle. Le daban ganas de decir más despacio y menos volumen... debido a como su cabeza retumbaba.

Estaba a punto de responderle algo al respecto hasta que de momento la perdió de vista, para después darse cuenta que ya se encontraba dentro de la habitación. La verdad no se encontraba con las ganas ni con la fuerza para continuar con aquella guerra de si o no cuidarle. No es que no pudiera arreglárselas solas, claro. Pero solo quería que el dolor de cabeza se fuera.

-Ganas por el momento, solo baja la voz un poco - le respondió en forma suplicante, en lo que colocaba las cosas que le había dado en su escritorio - Espera aquí - le indicó en lo que iba al baño a arreglar un poco sus ropas. Y de paso echarse un poco de agua en la cara para despertar un poco más.

Sonríe triunfal, antes de asentir con vigor a lo que le dice a continuación. Para ser honesta no pensaba que estuviese hablando muy alto para él, pero no tenía problemas en bajar su tono de voz, o inclusive en no hablar.

Asintió de nuevo cuando le dijo lo de permanecer alli. No es que planeara otra cosa después de todo. A continuación vio al profesor entrar al baño, por lo que se decidió a ir por un vaso de agua para agregarle la pastilla efverscente para el estómago y el dolor de cabeza. Luego de hacer eso tomó la bandeja con los tres vasos y se colocó frente a la puerta para que tan pronto Alessandro saliera del baño pudiese tomar la bebida que quisiera.

Se acomodó los pantalones adecuadamente, estaba seguro de eso porque los había revisado dos veces en cuanto a los bolsillos que estuvieran en su lugar. Por suerte en el baño tenía una playera limpia así que optó por ponerse esa a comparación de la camisa que llevaba ayer en la noche. Después de echarse el agua en la cara y encontrarse más despierto a unos momentos atrás se secó con la toalla que tenía ahí y salió del baño.

Jaló la silla que usaba para su escritorio, y con un gesto de su mano le indicó que podía tomar ella asiento en su cama. Hasta ese momento se percató de los vasos. - ¿Puedo? - refiriéndose a tomarlos, aunque ya había seleccionado el de café para posteriormente sentarse.

-Ahora si, explícame .. ¿por qué exactamente viniste?... no es que no pueda cuidarme por mi cuenta - le respondió calmado, debido a que en otras ocasiones y con peores resacas no tenía a alguien para cuidarle. Tomó con calma el café.

Lo recibió con una sonrisa cuando salió del baño y lo siguió con la mirada después de eso. Al escucharle preguntar por las bebidas le respondió con un 'por supuesto', alegre pero a su vez en voz baja, antes de ver como tomaba el café y dejarle la bandeja junto a él en el escritorio.

-Pues... Es una razón simple- Le contesta antes de pararse detrás de él en lugar de ir a sentarse para comenzar a masajear sus hombros. Tenía un agarre firme que tal vez en un inicio se sintiera un poco fuerte, pero pronto daba paso a una sensación más relajante -OPensé en venir a visitarle y traerle comida por si estaba muy cansado por la reunión de anoche, y entonces pensé... Si se está sintiendo mal, podría cuidarle- Le responde suavemente mientras seguía masajeando sus hombros y su cuello cuidadosamente para ayudar a disminuir el dolor de cabeza, como hacìa a veces con su papá.

Continuaba disfrutando de su bebida con cafeína, sin poner mucha atención a los movimientos de la joven, hasta que se percató de que se encontraba detrás de él. Pensó pararse de inmediato, pero Gisselle le ganó al agarrarle de los hombros haciendo que tuviera que recargarse en la silla que utilizaba.

- Pues no es necesario del .... - se calló al sentir el masaje que le proporcionaba la chica, realmente los músculos de su espalda y cuello no tenían objeción al recibir dicho trato - ... más al centro estaría mejor... -como al parecer logró Gisselle encontrar exactamente el punto que le comentó Alessandro - ándale ahí ... ahí esta bien.

Igual y no era del todo adecuado el dejarse masajear por una alumna, pero no es que tampoco estuvieran haciendo algo malo. Por lo pronto ya se había relajado un poco más en sus manos.

Intentó aguantar la risa con el cambio de actitud antes los masajes y la reacción que justo ahora estaba teniendo mientras ubicaba los lugares que más pedían atención en la espalda y cuello contrarios. Le alegraba saber que Alessandro encontraba agradable el gesto, así que continuó sin pensarlo mucho, ciertamente no estaban haciendo nada malo.

-Tiene pinta de que se divirtió anoche, profe...- Le dice con voz suave y una gran sonrisa, concentrándose ahora en la unión entre los hombros y el cuello y moviendo las manos a donde Alessandro le indicara -Muchas veces los alumnos olvidas que los profesores también tienen derecho a pasar un buen rato, en especial si son de preparatoria o secundaria...- Comenta más que nada buscando conversación.

Se encontraba a gusto recargado en el respaldo de la silla, mientras escuchaba el comentario de Gisselle... ahora recordaba que al inicio de la conversación le comentó que se había enterado de la fiesta. ¿Acaso no se pueden tener cosas secretas en ese instituto?

-Sí, me la pase bastante bien... cuando se está en cosas académicas casi no se conoce a la gente o se conoce poca, pero al parecer cuando hay fiesta sale gente hasta de las piedras - comentó medio sonriendo al recordar poco a poco quienes habían ido. No pudo evitar reír al recordar cosas graciosas... en especial el baile de Ian.

- Supongo que es algo común ese pensamiento - trató de sacarse eso de la cabeza, por alguna razón sabía que lo que seguía no era algo tan agradable para recordar. Se separó del agarre de Gisselle, girándose levemente para verle. - No tienes porque preocuparte y ser mi enfermera, con descansar todo estará.

Sonrió entretenida cuando le responde, alzando una ceja un poco curiosa cuando le escucha reír... De qué se estaría acordando? Quería saber, de seguro era información interesante.

Lo sintió separándose de ella, así que hizo lo mismo, recargándose un poco del escritorio con los muslos, casi como si se fuera a sentar sobre la superficie de madera -Tiene mejor aspecto desde que llegué, parece que se siente mejor... Y eso que sólo llevo unos minutos aquí- Le dice con una sonrisa de lado, medio divertida, antes de tomar el vaso de agua con el eno-selzer y extendérselo -Aprecio que no quiera que me preocupe... Pero no quiere averiguar cómo se sentirá luego de media hora de mí cuidándolo?- Le pregunta entre pícara y divertida, nada que su profe no hubiese visto de ella antes -Si quiere puede acostarse o recostarse sin problemas, incluso podría masajear su espalda de esa forma- Le ofrece animada y sinceramente, todavía tomando en cuenta que no debía alzar mucho la voz por el profesor.

-Bueno créeme que el dormir me ayudaría aún más, muucho más - comentó tomando el vaso de agua que le daba - Para alguien con resaca lo mejor es recuperar energías descansando. - Se tomó el contenido de un solo trago - Y no creo que así esta bien, con el masaje que me diste fue más que suficiente.

Comentaba en lo que le regresaba el vaso vació - Desde que era joven me ha tocado pasar por esto, y pues no he tenido problema alguno en recuperarme por mi cuenta. - Le comentó amablemente.

Suspira tranquilamente, básicamente aceptando la derrota de que tendría que marcharse pronto, aunque ver al profe vaciar el vaso de un trago la hizo reír levemente.

-Vale. Pero por favor coma algo primero...- Le dice arrimando la bolsa con la comida y el agua hacia Alessandro -Es probable que el dolor de cabeza también se deba un poco a la falta de comida. Además, hay que aprovechar que aún no se enfría- Le sonríe amable, esperando que el profesor aceptara.

Se rascó un poco el cuello, en lo que escuchaba a la chica. La verdad no le caería nada mal algo en el estómago y poder continuar con un poco de descanso así que sonriendo levemente aceptó de buena gana el ofrecimiento.

- Primero voy a alzar un poco las cosas del escritorio para poder comer ahí - comentaba al levantarse e ir recogiendo los documentos regados en la mesa. Además de jalar la silla en la que se encontraba y un banco más sencillo de madera que tenía ahí para soportar otros libros.

- Siéntate y acompáñame con lo que me trajiste - le ofreció a ella la silla con respaldo - ¿Es algo rico? - preguntó en lo que abría la bolsa para ver su interior.

Sonrió ampliamente a la vez que asentía con la cabeza. Le alegraba que su acompañante hubiese aceptado su oferta para desayunar, así que no perdió tiempo en retirarse un poco para que el profesor pudiese limpiar mejor su escritorio.

-Muchas gracias, pero no es realmente necesario, ya desayuné hace poco- Le dice alegre y honestamente un poco sorprendida de que Alessandro quisiera compartir su comida con ella, pero el gesto también la había alegrado. Claro, no por eso iba a rechazar el asiento, después de todo no se había sentado desde que llegó y estaba usando tacones no muy bajos.

-Sip, es del restaurante del hotel de mi familia- Le dice con una gran sonrisa, viendo a Alessandro mientras éste revisaba el contenido de la bolsa -No sabía muy bien que le gustaría, así que le traje dos omelettes, una es de queso y jamón y la otra es de papas. Y al fondo de la bolsa hay pastelillos dulces- Le explica todavía sin tomar asiento para ver mejor su expresión.

-Los cubiertos están adentro y también traje más agua- Agrega antes de ponerse pensativa un momento -Hm... Tal vez debí comprar más café...- Dice más que todo para sí, poniendo una expresión de leve pesar. Le había llevado a su profe su café en los vasos más grandes del local, pero... No se esperaba que se lo bebiera tan rápido.

Continuaba revisando el contenido de la bolsa, al abrirla esta sacó un buen aroma a comida, iba sacando poco a poco las cosas que le había comentado Gisselle. La verdad hasta hacía unos momentos no había sentido hambre, pero no iba a negarse a la comida en estos momentos.

- Gracias, huelen bien - comentó en lo que abría uno de los paquetes que contenía a los omelettes - No te preocupes trajiste té y con eso también puedo disfrutar del desayuno - comenzó a comer rápidamente lo que tenía enfrente - Al parecer no puede uno realizar cosas privadas porque todo el instituto termina enterándose de lo que llega a pasar.

Comentó aun disfrutando de la comida.

Sonrie alegre cuando le escucha, le subía el ánimo que el profesor apreciara el desayuno que le había llevado. -Está rico?- Pregunta para saber qué pensaba Alessandro, aunque para ella la respuesta era bastante predecible.

A continuación rió un poco, tanto por la queja del profesor como por la velocidad con la que comía -Pues... Tengo entendido que la persona que me contó no se lo comentó a nadie más, y yo tampoco lo hice, de lo contrario es probable que el lugar de la reunión se haya visto inundado por estudiantes curiosos de ver a sus profesores de fiesta- Le dice sonriendo ampliamente, imaginándoselo y todavía preguntándose qué habría pasado esa noche.-Y claro, también podría ver el lado bueno de la situación, si no me hubiese enterado no le hubiese traido desayuno ni dado un masaje- Agrega de buen humor, y también un poco pícara.

-Pasaron un buen rato?- Le preguntó tomando asiento y recostando los brazos del escritorio, viendo comer al moreno con una sonrisa.

Asintió ante la pregunta del sabor de la comida, estaba bastante bueno, de hecho ya iba casi terminando el segundo omelette. En general en todo había un lado bueno, le había agradado la fiesta y convivencia... aunque recordaba que había algo que le incomodaba pero no recordaba bien que era. Trató de no pensarlo mucho.

- Bueno, supongo que tienes razón en que fueran algunos a chismear que hacían los profesores pero no es que sea algo más fuera de lo común de las fiestas - comentó en lo que tomaba líquido -En general creo que todos lo pasamos bien, algunos exageraron en el consumo y demás, pero nada grave...- comentó tomando otro trozo del omelette.

Ríe otro poco, sin dejar de ver la expresión contraria o la manera en la que Alessandro prácticamente arrasaba con la comida. -Entonces quiere decir que el profe Alessandro no es el único profe en Aelle que se sabe divertir- Le dice entretenida, antes de buscar una servilleta adentro de la bolsa para extendérsela al moreno.

-Se manchó un poco- Le dice señalando su propia comisura para indicarle el lugar que debía limpiarse, todavía sonriendo -...A fin de cuentas... Qué piensa de que haya venido hoy?- Le pregunta con una sonrisa calmada y sincera. Quería saber qué opinaba el profesor y si había afectado de alguna manera lo que pensaba de ella como persona.

Terminó de comer todo, incluso hasta los bocadillos. Los cuales si estaban deliciosos, pero para él el toque dulzón era algo que apenas soportaba.

- Pues yo creo que todos tienen su forma de pasarla bien, no creo ser el único que se divierte.. además algunos ya han estado en la docencia más tiempo que yo - comentó aún sentado, limpiándose con la servilleta que le había facilitado Gisselle - Y pues, me sorprende que estés aquí como ya te habrás dado cuenta.

Comentó en lo que veía de reojo su cuarto desordenado... ahora que lo pensaba había sido una pésima haberle dejado entrar sobre todo con aquel desorden - Además creo que podrías estar aprovechando el día en algo más en lugar de pasarla con un profesor con resaca... - confesó sonriente

Se incorporó levemente de la silla para poner sus codos sobre las rodillas. - Agradezco tu gesto, pero créeme no necesitabas preocuparte tanto, no es que tengas alguna obligación.

Lo escucha con atención, un poco sorprendida de que hubiese acabado hasta con los pastelillos... Casi le daban ganas de ver a Alessandro y a su primo sexy (es decir, Voltaire) compitiendo por ver quién comía más rápido.

Notó la manera en la que ojeaba discretamente su habitación. Eso la hizo sonreír un poco más -Hum... Disculpe si es mucha imprudencia, pero... No se tiene que preocupar por eso- Le dice en un tono de voz suave pero un poco travieso -Para ser honesta, me recuerda a mi habitación- Le dice con una sonrisa divertida, antes de ponerse de pie. Pensó en compartir ese detalle a modo de "disculpa" por haberse metido en su cuarto sin permiso.

-Sé que no tengo ninguna obligación y que podría estar haciendo otras cosas- Le contesta recostándose tranquilamente del escritorio mientras jugaba con su cabello, sin perder la sonrisa -Es sólo que simplemente se me ocurrió la idea y quise llevarla a cabo, no por algo todos me dicen que soy muy insistente- Eso último lo dice medio en broma, medio en serio, animando más su sonrisa -Espero que no le haya causado muchos problemas o preocupaciones... No era mi intención- Agrega agachando la mirada, con una sonrisa apenada sobre su rostro.