A divertirse [19 de Septiembre]

Le causaba gracia los intentos de Alice para dejar de lado las historias de terror, ciertamente había tenido suerte de contar con una compañera de habitación miedosa con el tema, hacía más divertida la estancia en el dormitorio.

Entraron a la sala común a tiempo para escuchar los planes, así que Jazz no tardó en sonreír creepymente. Claro que entraría.

-Es bueno prevenir -dijo con calma- Juguemos -anunció de pronto, tomando a su compañera de la mano y arrastrándola con ella- No quiero que te niegues, podría lanzarte una maldición -le dijo luciendo bastante creepy.

Asintió a la primera afirmación de prevenir. Después de todo algunos profesores resultaban muy estrictos. Iba a negarse obviamente ante participar en el juego y mucho menos sin saber de que se trataba la situación.

-Pero.. pero... ¿y si es algo no tan ... bueno? - no sabía que decirle a su roomie, después de todo no quería que la maldijera. Que tal si por eso no podía dormir por varias noches. Simplemente la vio con ojitos intentando así que se retractara Jazz.

Escuchó las indicaciones sin darles demasiada importancia. ¿Beso en la mejilla? ¿En el cuello? ¿En la boca? Daba igual... Era un juego después de todo, y esos besos no tenían valor real para él.

Cuando Rose señaló la dirección en la que había que sentarse, se dirigió hacia allí con las manos en los bolsillos y se dejó caer en el suelo. Ojalá no le tocara alguna chica muy fea, aunque por ahora, las opciones estaban bastante bien.

Marina pasaba la vista de aquí para allá, viendo quien se apuntaba al juego y quién no, a donde iban los besos y esas cosas. Se alegró de que alguien cuidara la puerta, no era nada malo lo que estaban haciendo, pero si algún profesor entraba en pleno beso de alguien sería un tanto vergonzoso. Aunque... Su compañera de habitación no era la persona más fiable del universo...

Se sentó en donde indicó Rose, junto a los que ya se iban sentando. Estaba un poco nerviosa, no tenía la confianza suficiente con los demás como para estar tan despreocupada. De todas formas era un juego, no era nada para tomarse seriamente, así que sonrió y trató de relajarse.

Cuando escuchó lo del beso en la mejilla no pudo más que suspirar molesta. ¿Llamaban cobarde a su hermano y después pedían besos en las mejillas? Bien, al menos había quedado descartado.

Miró a Rose con recelo, alguien debía bajarle los humos a esa rubiecita. Pero bueno, al menos las reglas ya habían quedado claras, e incluso el lugar en donde jugarían.

Al ver a Tom dirigirse hacia el lugar indicado, lo siguió lentamente, y se sentó a su lado. No tenía problemas en ver a su hermano besuqueando chicas, como también sabía que a él no le molestaría verla a ella. De todas formas, se preguntaba que clase de parejas formaría el destino (?). Ojalá a Tom no le tocara con Victoria, no soportaría otra vez el mismo drama....

Tuvo que sentarse debido a que Jazz no se despegaba para nada de ella. De seguro sabía que podía planear escapar en cualquier momento, sin embargo le atemorizaba más su maldición a que lo que pudiera suceder ahí. Además sus compañeros no podrían ser tan malos... ¿podrían?.

Trató de pensar positivamente en que no pasaría de ser un momento de convivencia con sus compañeros. Así que sonrió al ver como los demás interesados se iban incorporando poco a poco.

Bien, ya estaba todo listo.. ¡Que emoción! Ya se estaba divirtiendo y eso que el juego no había empezado aún. El ambiente se veía animado, nada que ver a lo que era unos momentos atrás.

Vio que todos se iban acomodando en ronda en el lugar que Rose había indicado. Sólo restaba empezar a jugar.

Tomó la botella con una mano y a Rose con la otra.

- Deja de mandonear y sientante conmigo - Le dijo con una sonrisa, mientras la arrastraba hacia la ronda. Dejó la botella en el medio y se sentó en el suelo. - ¡Todos en posición! .. ¡Que comience el juego!

Perfecto, tenían botella, vigilante y todo mundo estaba sentándose, esperando que comenzara el juego, sonrió satisfecha.

De pronto sintió la mano de Kevin así que se dejó guiar sin oponer resistencia, aún con la sonrisa.

- No sé de que hablas, sólo remarqué tus instrucciones y señalé un lugar propicio -le respondió "inocentemente" mientras se sentaba a su lado- Serán dos rondas -anunció- por lo tanto giraré la botella dos veces, la primera para ver que chica saldrá, la segunda para el chico ¿Entendido?

Realizó el primer giro, en el cual salió Victoria. Sonrió mientras algunos esperaban que no les tocara con ella. Sin perder tiempo, volvió a girar la botella.

Su sonrisa se volvió más amplia.

El elegido era Franz.

Bien, ahí estaba, en ese estúpido juego, escuchando a la barbie mandona mientras decía la mecánica. Bah, como si le importara, aunque debía ya que tarde o temprano le tocaría a ella.

Más temprano que tarde por lo que veía. Genial, simplemente genial, sólo le bastaba ver con que idiota le tocaba.

Franz...

- ¡No me jodas! -exclamó de pronto- ¿Con ese tarado? ¿En serio? Seguro hiciste trampa -le dijo a la rubia mientras Franz fruncía el ceño.

-¿Cómo haría trampa? Por favor Victoria ¿No te atreves? ¿Eres una cobarde entonces?


- Mira tú....

- Tampoco me agrada pero es parte del juego, deja de ser tan infantil -interrumpió el chico, mientras se sentaba frente a ella y la miraba fijamente con el semblante serio.

- No te metas donde no te llaman -le miró enfadada.

- Me parece que estoy metido en esto -respondió en el mismo tono.

Se vieron fijamente, retándose con la mirada, ninguno quería dar su brazo a torcer y mostrarse débil frente al otro.

- ¿Van a tardar? -preguntó Rose de pronto.

Esa maldita barbie, la haría pagar un día.

- Al parecer la "temible Victoria" le tiene miedo a un besito, que cobarde, una lástima-agregó remarcando con sus dedos donde iban las comillas.

¿Se atrevía a burlarse y llamarla cobarde? Esa pija repelente y bocona.

- ¡No soy cobarde idiota! -exclamó con enfado.

Sin previo aviso sujetó a Franz del cuello de la camisa y lo atrajo hacia su persona sin demasiados miramientos, plantándole el beso de una forma un tanto brusca.

Esa acción tomó por sorpresa al chico, así que no supo reaccionar en un inicio, pero no duró demasiado. Si ella quería ser ruda, él podía hacer lo mismo, no dejaría que le ganara. 

Puso su mano en la nuca contraria, intensificando el beso sin permitir que ella se alejara. 

No supo cuanto tiempo pasó antes de separarse para mirarse fijamente sin saber que decirse, aun con la emoción a flor de piel.

Se quedaron en silencio un momento antes de que el rubio decidiera regresar a su lugar y Victoria se quedó ahí, sin ver a nadie y sin decir palabra alguna.

Cuando salió sorteada victoria, Kevin apretó los dientes. Ojalá no le tocara a él... La chica era guapa, sí, pero nadie le aseguraba que no saldría del beso con un una pieza faltante de su cuerpo. Si lo dejaban elegir, prefería una chica más dócil...

No por nada se hizo un silencio atroz al ver a esos dos besándose. Quién lo hubiera dicho...

- Cuanta tensión acumulada... - Se escuchó. Kevin volteó su rostro y vio a Tom Prince riendo. Ese chico debía ser suicida o algo.

Para evitar accidentes, Kevin tomó rápidamente la botella y volvió a girarla. 

- ¡Vamos de nuevo! - Exclamó.

El primero en salir fue Travis, y la segunda..... Olivia.

¿Era una botella mágica acaso?

Los tres escucharon con atención las indicaciones de Rose, asintiendo antes de que giraran la botella. Se sorprendieron un poco al ver quien era la primera "suertuda" (y por su parte Fabri y Tony esperaban que a su vez no les tocara ahora a ellos, les gustaba tener sus dientes donde estaban), aunque sin dudarlo la sorpresa se hizo aún más grande cuando vieron que Franz era el segundo elegido. Los primos incluso tuvieron que aguantar la risa.

La escena del beso y el silencio que hubo de ambas partes luego de este los mantuvo por un rato en suspenso mezclado con incredulidad, pero al menos Tony ya habia casi confirmado sus sospechas acerca de los verdaderos sentimientos de ambos, cosa que le hizo sonreir muy discretamente.

Los amigos no pensaban comentar nada sobre el beso, aunque estuvieron de acuerdo con el comentario de Tom, claro, no lo dirían, querían vivir, sobretodo Travis que ya había recibido un escarmiento de Victoria semanas atrás.

Y hablando de Travis, no esperaba ser el siguiente, así que al siguiente movimiento cruzó los dedos para que Olivia le tocara.

-¡YAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAY! -y sus suplicas habían sido escuchadas.

El grito inundó la sala y posiblemente llegó a otros lugares, mientras Oli veía al cielo pensando "¿Por qué, Dios? ¿Por qué?"


- ¡Cállate idiota! -lo reprendió Daron antes de darle un codazo, no quería que llegara algún profesor alertado por el entusiasmo desmedido de su amigo.

Travis ni sintió el golpe, estaba demasiado ocupado abalanzándose contra su Oli, pero esta lo recibió con un golpe.

- Auch ¿Por qué? -le preguntó con cara de cachorrito.

- Acto reflejo -se excusó un tanto apenada, vale, Travis merecía golpes pero no en ese momento, ambos jugaban - En los labios -no iba a aceptar tener un beso más íntimo con él- Las manos donde pueda verlas y no te entusiasmes demasiado -le advirtió seriamente.

- Claro -le dijo sonriente, dejando sus manos en las rodillas.

Ambos rostros se acercaron hasta que los labios se juntaron en un beso tranquilo y suave. Parecía que se quedaría así pero entonces Travis la abrazó de pronto, besándola con demasiado entusiasmo.

Cuando Oli logró liberarse comenzó a darle golpes con los puños cerrados mientras el chico se cubría.

- ¡Eres un tonto, tonto, tonto...!-le dijo enojada, cada palabra acompañada de un golpe.

- Linda, tranquila, me dejas sin primo -intervino Oda, deteniendo a la chica de las muñecas antes de calmarla.

Daron por su parte alejó a Travis quien sonreía como tarado.

- Besé a mi Oli -canturreó alegre mientras su amigo se golpeaba la frente con la palma de la mano.

No pudo evitar despanzurrarse de risa la ver la reacción de Travis y luego la de Olivia frente al beso. Se estaba divirtiendo, a pesar de que aún no le tocaba y recién habían empezado.

Tomó la botella y la giró una vez. La elegida era Eerin. La volvió a girar, y la botella apuntó a Tom.

- Errrr.... ¿Va de nuevo? - Preguntó confuso. Los hermanos eran raros, pero no creía que llegaran a tanto.

- Obvio.. - Respondió Eerin, aunque le dio un beso en la mejilla a su hermano a continuación. Éste la miró divertido, seguro se preguntaba con quién le tocaría a su hermana.

- ¡Va de vuelta! - La botella volvió a girar, deteniéndose esta vez en Alex Stoker.

Eso sería divertido de ver...

¿Por qué estaba ahí en primer lugar? Cierto, por culpa de los idiotas de sus amigos, con ellos no necesitaba enemigos ciertamente. En fin, ya estaba ahí, tampoco era como si un beso lo asustara, o le fuera relevante en primer lugar. 

Miró los besos anteriores con su cara de pared, incluso cuando golpeaban a Travis, no intervendría, los otros se encargarían de eso, como terminaron haciendo. Iba a seguir ahí, sin más, esperando que terminara el juego, cuando miró la botella apuntando. Suspiró, más valía terminar eso rápido.

Se acercó a la chica (¿Era una regla implícita acaso?), ubicándose frente a ella.

- ¿Qué opción eliges? -le preguntó con calma.

Miró fijamente a Alex cuando la botella lo apuntó. Bueno, podría haber sido mucho peor. Al menos el chico era guapo y no se pasaría de listo.

Se quedó en su lugar, esperando a que se le acerquen (?), ella no pensaba moverse. Escuchó la pregunta, y sin pensarlo demasiado, se puso de rodillas para estar al nivel de Alex y le plantó un beso en los labios. Era un beso bien dado, pero simple. Suficiente como para cumplir con el juego.

- Esa. - Dijo al separar su labios, mirándolo fijamente a los ojos, antes de volver a acomodarse junto a su hermano.

Bien, no se lo esperaba, es decir, sí tenía que besarla, pero al menos creía que ella contestaría la pregunta antes de dicha acción. Ni tiempo le dio de procesar que ocurría, menos de corresponderle aunque no le importara hacer tal cosa.

- Bien -le dijo con rostro neutro sosteniéndole la mirada antes de regresar a su lugar. Con suerte no le tocaba de nuevo.

Se estaba divirtiendo, eso era bueno, esperaba que el juego se pusiera mejor con parejas interesantes. Las dos primeras le parecieron bastante entretenidas, cada una a su manera, la tercera no tanto aunque dos personas serias jugando tenía un punto interesante. 

Tocaba girar nuevamente la botella, así que la sujetó antes de que Kevin lo hiciera mientras le daba un beso en la mejilla. 

- ¿Me permites? -le preguntó con una sonrisa antes de tomar el objeto y girarlo.

El primero en salir fue Fabrizio. Volvió a girar viendo quien sería la chica elegida esa ocasión.

...Oh, la botella le apuntaba a ella misma, que curioso.

Miró al chico, esperando que se aproximara a ella como habían hecho el resto de los varones que habían sido escogidos antes.

La sonrisa de Fabri se mantuvo igual cuando la botella le señaló a él. No tenía problemas en besar a nadie, después de todo él ya había tenido novia antes y el asunto le parecía normal, aunque Tony y Hana se mostraron levemente curiosos por saber a quién tendría que besar a continuación.

Cuando la botella se detuvo ambos tuvieron que contener la sorpresa... O tal vez era susto? Bueno, Rose no le haría nada malo a Fabri, cierto? Ella estaba jugando porque quería, cierto? Al menos Fabri se mostraba sonriente y despreocupado.

-Oh, me tocó con Rose- Dice con una sonrisa alegre, acercándose a la chica para terminar arrodillado frente a ella -Hola~- Le dice de buen humor, acercando su rostro lo suficiente como para que Rose le dedicara el gesto de la manera que quisiera. Podía ser alguien despreocupado, pero no era bobo, así que sabía que mejor era dejar que la chica obtuviese su beso de la manera que ella gustase.

- Hola -le respondió sin más cuando lo tuvo enfrente.

Por las pintas el chico esperaba que ella hiciera el movimiento y a decir verdad no era que le molestara, estaba acostumbrada a tomar la iniciativa cuando le interesaba.

Colocó su mano en la mejilla del muchacho, acercando su rostro hasta que sus labios tocaron los contrarios. Se tomó su tiempo con el beso, más que nada para darles a los demás que ver.

- Listo -comentó como si nada cuando se separó del chico.

Giró la botella que terminó apuntando a Marina. Un nuevo movimiento y el elegido era Tony.

Marina observaba el juego como todos los demás. Estaba sentada abrazándose las rodillas, y reía, se asustaba o sorprendía frente a las elecciones de cada pareja. Por suerte hasta ahora todo había salido bien... Travis podría considerarse un damnificado pero, naaahhhh, parecía súper feliz con quien le había tocado, a pesar de la golpiza.

Cuando la botella se detuvo apuntando hacia ella, se quedó un poco sorprendida. ¿Con quién le tocaría? .... Tony. Bien, no era una mala opción. Sonrió y se quedó sentada, al igual que habían hecho las otras chicas, esperando a que él chico se acercara.

Fabri respondió el beso siguiéndole el ritmo a Rose sin problemas, cerrando los ojos incluso. Para él era tan sólo un beso más, no era gran cosa. Se separó cuando la chica lo hizo y volvió a su lugar con la misma sonrisa con la que se había levantado, siendo recibido por su primo quien le desordenó el cabello con una mano mientras sonreía ampliamente.

A continuación el pelirrojo vio la botella elegirlo a él como el próximo en participar. Vale, Marina no era una mala chica y a su manera era físicamente linda, pero aún así no era Cathy... Tal vez tendría mejor suerte para besar a la rubia más adelante.

-Labios o cuello, linda?- Le pregunta con una sonrisa amable mientras se acercaba a ella, manteniendo su buen humor. No tenía planeado dedicarle un gesto muy prolongado o profundo, eso lo reservaría en caso de que la botella decidiera complacer sus deseos de que le tocase Catherine.

Marina lo vio acercarse y relajó su posición, pasando de estar sentada abrazándose las piernas, a estar sentada simplemente con las piernas cruzadas. No estaba nerviosa ni sonrojada, no era nada importante y el chico no le interesaba sentimentalmente, así que no había razón para preocuparse.

- Labios. - Respondió. Tener los labios de un muchacho en su cuello, sintiendo su respiración y esas cosas, le daba bastante pena... Más le valía un beso rápido en los labios y a terminar el asunto.

-Vale- Respondió ampliando un poco más la sonrisa, afincando sus manos en el suelo a continuación para echar el rostro hacia adelante, acercándose así a Marina. Cerró los ojos cuando la tuvo lo suficientemente cerca y le dio un beso relativamente corto, sin siquiera buscar encajar sus labios ni nada parecido.

Se separó a los pocos segundos con una sonrisa y volvió a su lugar, esperando a que lanzaran la botella de nuevo para ver quiénes serían los afortunados.

Estaba comenzando a aburrirse de nuevo. No pasaba nada interesante... Los primeros dos besos habían dado de que hablar, pero más allá de eso todo estaba muy tranquilo.

Vio el beso de marina y Tony con desgano. Otra vez, nada interesante... Y bueno ¿Qué se podía esperar de un juego de niños?

Se recostó contra la pared y cerró los ojos. Con suerte podía dormir un rato...

- Hey, Prince... - Escuchó decir. Era la voz de Kevin. Abrió los ojos nuevamente y vio la botella apuntando hacia él. ¿Era su turno ahora?


Kevin volvió a girar la botella y esta se detuvo apuntando a Antía Stoker. Bien... La rubias no eran sus preferidas, pero la chica era bastante bonita, y tenía una personalidad interesante.


Se puso de pie con aparente desgano y se acercó hasta donde estaba la rubia. Se puso en cuclillas, con mano apoyada en el suelo (Casi como un gato o un perro) y miró fijamente a la rubia. Le pokeo la nariz suavemente, sin sonreír y todavía mirándola fijo.


- Bien, ¿Dónde lo quieres? - Le preguntó.