Miedooo [18 de Septiembre por la noche Jazz y Alice]

Se encontraba leyendo un libro recostada boca abajo muy tranquila en su habitación. Como había terminado parte de los deberes, procedió a darse un tiempo libre y relajarse con una buena lectura.

Llevaba poco tiempo en haberse instalado en el dormitorio y hasta el momento estaba disfrutando del lugar, era cómodo y siempre era agradable conocer a gente. Sobre todo chicas de su edad, solo esperaba poder caerles bien y que en algún momento fueran sus amigas.

Continuó con su lectura, mientras movía sus pies en el aire.

Ese había sido un día normal para sus estándares, a decir verdad para los estándares de cualquiera. Clases, comida, tarea, eso fue todo. No tenía ganas de pasear por Aelle o irse a la ciudad, así que aprovechó realizar los deberes que se le acumularon.

Regresaba con paso calmo y silencioso hasta llegar a su habitación, abriendo suavemente la puerta para después entrar. No tardó en localizar a su compañera, acostada tranquilamente en su cama y concentrada en la lectura.

Se preguntaba que tan atenta estaría, así que sigilosamente se acercó a ella a modo que no la viera. Acercándose todo lo que pudo a su oído.

-¿Qué haces pequeña Alice? -le preguntó en un tono creepy.

Se encontraba tan entretenida en esa historia, de hecho podía jurar que era parte del escenario que se narraban en esas hojas. Se veía a si misma con los personajes ficticios. No logró percibir a su compañera de cuarto, fue hasta escuchar su voz muy pegada a su oído que reaccionó.

No pudo evitar sobresaltarse casi quedando al filo de su cama como una respuesta de huída. 

- Ah.. Jazz -sonrió aliviada al lograr verle - perdón por lo de hace rato, pero me sorprendiste. ¿Cómo estás? - Le preguntó alegre incorporándose de su posición actual para quedar con medio cuerpo levantado.

La chica sólo sonrió, ya que logró lo que se propuso que era asustar a su compañera de habitación. Las reacciones de Alice le parecían entretenidas sobretodo porque su rostro y cuerpo eran bastante expresivos.

-No te disculpes -le dice como si nada, sentándose en la cama de la castaña- ¿Qué lees? -preguntó mientras se inclinaba a ver el título del libro.

- A tale of two cities - le respondió en lo que mostraba la portada del libro a la chica. Puso con calma el separador entre las páginas del libro y se lo extendió - de Charles Dickens

Se incorporó bien para poder sentarse sobre la cama y poder ver de mejor manera a la pelinegra - Estaba leyendo los miserables, pero no pude continuarlo, son demasiado tristes los eventos del libro.. pareciera que el autor disfruta en ver sufrir a sus personajes.

Comentó para después suspirar con calma - ¿Y tú Jazz? - preguntó amablemente.

Sujetó el libro, vio la portada y después hojeó el contenido, no le era desconocido porque era Charles Dickens, aunque Jazz tuviera otro estilo tampoco le eran desconocidos los demás.
 
- Si ese te afecta no podrías leer "Juego de tronos", el primer libro de saga "Canción de hielo y fuego" el autor no se tienta al momento de matar, torturar, mutilar o hacer sufrir en general a sus personajes -comentó de lo más tranquila.
 
No le importaba si los personajes sufrían, eso era parte de la vida.


- Nada interesante, tarea y venir aquí. Debí buscar nuevas historias de terror -dijo para si.

Escuchó atenta a su compañera de cuarto.

- ¡Pobres personajes!.. - comentó suspirando levemente - Creo que en efecto como tu dices no podría leerlos sin sentirme afectada por aquello. Por eso prefiero leer cosas más tranquilas - sonrió ante lo último.

A pesar de ser casi un susurro pudo escuchar a Jazz, quizás deberían hacer algo más entretenido y así conocerse mejor - ¿Por qué no planeamos algo más interesante que hacer? No siempre tenemos que estar haciendo deberes escolares.

Sugirió.

Se encogió de hombros ante la exclamación de su compañera. Para ella sólo eran personajes, entendía que algunos estaban bien construidos o con suficiente carisma para hacer sufrir a los fans si algo pasaba, pero seguían siendo personas que no existían.

La miró curiosa por su pregunta, no se la pasaba haciendo siempre los deberes escolares pero tampoco iba a detallar las otras cosas que hacía, a menos que tuviera ganas. Sin embargo le vino una idea a la cabeza.

- Buena idea, podemos jugar a la ouija -sonrió creepymente esperando la reacción de la chica.

Sonrió cuando su compañera le dijo de jugar, no sabía de que se trataba el juego pero aprender algo nuevo siempre le animaba.

-¿Es un juego muy difícil? Si requiere condición física entonces paso.. pero si no me gustaría mucho aprenderlo..

Le respondió emocionada, tendría algo con que despejarse de los deberes y pasarsela bien con su roomie.

Debía admitir que se había extrañado un poco con la respuesta, ya asimilada tentada estuvo de reír pero aguantó a tiempo, aunque eso no evitó que sonriera, su compañera era más inocente de lo que creía.

- Es un juego de mesa, no es difícil, incluso lo puedes jugar sola -respondió antes de recostarse en la cama porque...quiso- Por supuesto, es más divertido jugarlo con varias personas -comentó como si se tratara de un juego inofensivo.

Estaba atenta a las palabras de Jazz sobre las generalidades del juego, no le sonaban para nada mal y como no tenía que esforzarse físicamente era aún mejor. Sonrió junto con Jazz sin saber realmente que hablaban de lo mismo.

- Pero creo que es más interesante jugar cuando hay más personas, no le veo mucho chiste si solamente se juega sola, me gustaría jugarlo... ¿me enseñarías? - le dijo con ilusión en sus ojos.

Quizás de esa manera podía llevarse mejor o tener algo en común con su compañera de cuarto.

Ciertamente Alice era una criaturita adorable e inocente. Otra persona le hubiera dicho que mejor se jugara otra cosa, algo menos sobrenatural, pero Jazz seguiría con eso, quería ver que expresión ponía cuando se enterara.

- Sí, es sencillo, básicamente son preguntas y respuestas -sonrió aunque dicho gesto resultara macabro en ella- Deberíamos organizar una reunión -comentó, sin embargo era difícil saber si hablaba en serio o no.

Empezaba a creer que la alegría que mostraba su compañera era porque tenía algo en mente. Pero de igual manera se encontraba exagerando la situación así que también se mostró contenta ante la idea de Jazz. Más porque eso significaba que podría conocer a otras chicas y tratar de entablar una amistad con ellas.

- ¡¡Siiii!!... algo así como una pijamada... ¿cómo ves Jazz? - le preguntó mostrando ilusión en sus ojitos, esa sería una noche fantástica. - Hagámoslo aquí invitando a las otras chicas... claro si no hay molestia alguna

Comentó levemente apenada por la emoción, después de todo tenía que tener en cuenta que no solo ella habitaba el lugar.

¿Una pijamada? No esperaba esa proposición, aunque si lo pensaba bien era una conclusión lógica cuando se hablaba de reunión nocturna de chicas adolescentes.

- No suena mal -en serio no le parecía mal, le causaba cierta curiosidad, si se aburría siempre podía salirse sin que nadie la viera- Dudo que haya problema, pero debemos pedir permiso. Puedes encargarte de eso, eres de confianza.

Si ella solicitaba un permiso tal vez los profesores creyeran que haría un ritual pagano (?).

Sonrió ante la afirmación de la chica, lo que le extrañó un poco fue el hecho de que a ella le tocara pedir el permiso. No veía problema alguno después de todo se trataba de algo tranquilo. Asintió.

- No hay problema yo me encargo de eso - le dijo animada - creo que avisaré a todas las chicas y pues ya que ellas decidan elegir si venir o no.

Tendría que arreglar el cuarto lo antes posible, no era de buena anfitriona recibir invitados con un lugar poco cómodo y agradable.

Sonrió cuando Alice aceptó hacer el trabajo, ya lo esperaba, después de todo la chica era amable y estaba entusiasmada con la idea. Oh criaturita inocente y adorable.

- Sabía que podía contar contigo -le dijo mientras se incorporaba, sentándose en la cama- Es una buena idea -respondió a su siguiente comentario.

¿Cabrían todas ahí? o mejor dicho ¿Irían en primer lugar? No dudaba que la pijamada resultara atractiva pero estar en el territorio de "La bruja" (como algunos la llamaban) tal vez desanimara a varias. Claro, siempre podía amenazar gente para que fuera.

Mostró un rostro de felicidad ante las últimas palabras de la chica, le agradecía la confianza que le estaba dando.

- Claro que sí, si en algo puedo ayudar me gusta hacerlo - comentó sin perder aún el buen humor - Solo que pensaba en acomodar algunas cosas para tener un espacio más amplio para las invitadas y que no estemos incómodas. ¿Cómo ves tu Jazz?

Oh Alice, la linda y noble Alice, con que facilidad se ponía feliz, sólo era una simple reunión, o tal vez Jazz no veía todo el potencial de dicho evento debido a sus gustos, los cuales no entraban en los estándares de muchos.

- Tu idea me parece acertada -se levantó para colocarse en un punto de la habitación, escaneando esta con la mirada- Las camas pueden moverse hacia allá -señaló el lugar y continuó con su explicación- ¿Qué te parece? Creo que es el máximo espacio que podemos lograr.

Asintió alegremente al imaginar la escena, además ella se encargaría de preparar algunos refrigerios sencillos.

- Me parece bien Jazz, yo puedo preparar algunos bocadillos por si en la noche ataca el hambre... ¿Qué te gustaría organizar tu?, quizás podrían ser los juegos ya que yo no sé exactamente como organizarlos... Y claro hacer la lista de a quienes podríamos invitar

Le sonrió contenta, todo saldría muy bonito y sería algo inolvidable.

Si Jazz no fuera tan Jazz, posiblemente se hubiera conmovido por lo adorable que se veía su compañera. Sin embargo, algo debía influirle si aceptaba seguir con el asunto. Tal vez la posibilidad de jugar a la ouija con más personas, o porque se trataba de experimentar algo nuevo. Realmente tampoco era algo relevante en que pensar de momento.

— Me encargaré de ambas cosas.

Los juegos los podía conseguir en internet, el problema sería la lista de invitadas. Debían ser chicas valientes y temerarias (?), sociables y sin prejuicios. O simplemente podía poner un aviso en la entrada del edificio y que llegaran las que quisieran y pudieran. Sí, eso era más sencillo, de paso pediría que llevasen algo para la pijamada.

—¿Qué día se haría? —preguntó mientras se recargaba en una pared.

Meditó un poco la pregunta de Jazz, mientras se llevaba un dedo a sus labios.

- Considero que sería más apropiado un viernes para sábado o un sábado para domingo ya que son los días en los cuales no tenemos clases y podemos desvelarnos ya que no habría problema en levarse tarde.

Abrazó una de sus almohadas, feliz.

Prestó atención a la chica, sin poder evitar sonreír ligeramente por sus palabras y la forma en que abrazaba la almohada. Se le podía catalogar como linda, aunque eso no evitaría que siguiera atormentándola con historias de terror, sus expresiones no tenían precio.

—Me refería a una fecha en concreto —dijo con calma poniéndose pensativa— De preferencia que no este cerca de algún examen.

Se alejó de la pared para ir a donde estaba su cama con su mochila, abrió esta y comenzó a buscar un calendario.

Gateó sobre su cama para poder acercarse de alguna manera a donde se encontraba Jazz.

- Tienes razón, pero es mejor solo dar una fecha putativa y así ver si las demás están de acuerdo y si no moverla a lo máximo una semana - le sonrió mientras abrazaba a su almohada.

Asintió ante las palabras de la chica, viendo las fechas donde caía un día sábado. Uno muy cercano no sería conveniente porque se tendría que pedir permiso y realizar preparativos cuando les dieran el sí.

—Creo que podrían ser estos días —dijo después de acercarse a ella, enseñándole el calendario — Nos da tiempo para preparar las cosas y es antes de los exámenes.

Bien, sólo faltaba afinar detalles y la pijamada podía llevarse a cabo.