Continuación de la convivencia...[19 de septiembre noche-madrugada (Ian y Alessandro)

Si el llegar al instituto había sido un show, el llegar a su habitación había sido un reto completamente para Alessandro. Al menos él había tenido un buen momento, no por nada se encontraba bastante mareado y ya sin nada de formalidad. Pero como suele pasar hay personas que no logran resistir tanto alcohol... y así le había pasado a su colega.. Ian.

Le estaba ayudando a caminar y llegar hasta donde iban, porque Alessandro no iba a hacer la caritativa acción de dejarle hasta su habitación. Si apenas había encontrado sus propias llaves no le iba a estar esculcando los pantalones de alguien más, menos hombre. Abrió la puerta pesadamente mientras Ian continuaba apoyándose de él para seguir el rumbo.

- Vamos wey.. solo unos pasos más - le dijo a Ian - No voy a estarte cargando morro.. pesas cabrón

Al menos ya estaban a unos pasos de la cama.

Se movía, el piso se movía. ¿O era él? Vale, estaba caminando así que contaba como movimiento. Por fortuna Alessandro le servía de soporte o ya hubiera besado al suelo varias veces, y honestamente no quería tener una relación tan cercana con el mencionado (?).

—Voy, mira, un paso, otro paso —le respondió no tan gentil como siempre y con el ceño ligeramente fruncido, aunque más por el mareo que sentía.

Al menos la cama estaba cerca, lo que era estupendo, tanto que ni se percataba que no era precisamente la suya.

Estaba cerca. Muy cerca.

—Voy a...—no dijo más, se cubrió la boca y se fue tambaleante al baño.

Tropezó al momento de entrar pero al menos quedó cerca de la taza para vaciar su estómago.

Alessandro ya había retirado el brazo de Ian que tenia en sus hombros para que pudiesen acomodarse a dormir. Obviamente Ian dormiría en el piso, ni que le gustara compartir cama con sujetos. En lo que Ian apenas se acercaba a la cama, gracias a los pocos sentidos despiertos que éste tenía tuvo la precaución de correr al baño o si no su colchas y sábanas hubieran terminadas hechas un asco.

Tambaléandose también se acercó a donde Ian. No entró como tal al baño se recargó a un lado de la puerta y puso una de sus manos sobre sus ojos, en señal de cansancio y de... "mañana tendré que limpiar el pinche desmadre que dejó Ian".

-Ey.. ¿estás bien? - le preguntó desde fuera, era mejor no interrumpirle el vomitar ayudaba bastante. Él lo sabía perfectamente - Aquí ando por si necesitas algo cabrón....

Comenzó a reír al recordar algo que había sucedido momentos antes - Por cierto, quien diría que bailabas así.. por poco convences a esa morra de llevarte - Rió, no podía evitar decirlo, más porque se encontraba desinhibido.

¿Qué sí estaba bien? Claro, le encantaba vomitar en habitaciones ajenas, apoyándose en la taza, ni siquiera se había fijado que estuviera limpia aunque poco importaba en ese momento. Vamos ¿Preguntaba en serio?

Le hubiera gustado contestar (un tanto rudo posiblemente) pero estaba demasiado ocupado para decir algo. ¿Qué tanto podía llevar en el estómago?

Terminó (deseaba que realmente fuera así) y se quedó ahí por si debía vaciar más.

En eso escuchó su risa dejándolo descolocado, hasta que dijo el motivo de su reciente buen humor.

—¡Cállate Turco! —espetó frunciendo el ceño — Te convino que no me fuera, yo pagué la última ronda.

Se sentó, apoyando su espalda en la pared más cercana que encontró.

- Bueno yo te ayude a llegar hasta aquí maldito rico bastardo.. - comentó riendo, no es que lo dijera de mala forma... pero a veces le salía su parte no tan amable.

Como escuchó que había cesado los sonidos de vómito se asomó levemente para ver si Ian aún continuaba consciente. Le vio recargado de espaldas en el baño... bueno al menos respiraba eso era buena señal. Caminó como pudo para jalarle la palanca al baño.

-¿Ya volviste todo el alcohol que traías... o crees que tengas que volver abrazar el escusado? - le dijo ofreciéndole una mano, si ya se encontraba mejor, tendría que guiarlo de nuevo a la habitación y obviamente en esas condiciones Ian no podría levantarse por sí solo. - Vamos... no seas señorito y disfruta de tu primera borrachera.

Comentó riendo en lo que Ian al parecer comenzaba a ponerse de pie con ayuda de la pared y la mano de Alessandro.

—...

Debía admitir que su compañero tenía razón, pero no se sentía muy bien perdiendo esa ronda, tal vez sobrio se le hubiera ocurrido que decirle o tal vez no. Posiblemente su buena educación lo hubiera hecho agradecer.

— Creo...espero — en serio que sí, odiaba volver el estómago —No soy señorito —le reclamó dirigiéndole una mirada no muy amable — Hay que ser masoquista para disfrutarlo— refunfuñó mientras apoyaba una mano en la pared y se impulsaba gracias al agarre de su colega. Quedando de pie nuevamente con expresión de "pobre criatura".

No pudo evitar reír levemente ante la respuesta de su compañero referente a señorito, el lo decía por ser niño rico ... pero bueno lo que uno se entera al tener unas copas de más. Le guió nuevamente a la cama y le ayudó a sentarse levemente.

Luego se dirigió a su escritorio donde tenía una botella de agua, en sí veía dos botellas de agua pero dentro de su mente enredada sabía que sólo tenía una siempre ahí. La abrió como pudo y tomó del líquido sin poder evitar regar un poco en el trayecto hacia su boca. Fue a donde Ian, que al parecer estaba con los siguientes pasos de la embriaguez... viendo hacia abajo y tocándose la cabeza con su mano. Le extendió la botella.

-Toma carnal, te hará bien... dale un trago - Le tomó una mano para que sujetara la botella. Pese a estar mareado, recordaba tener una tipo colchoneta.. la echaría al piso para que ahí durmiera Ian. Se encaminó tratando de mantenerse de pie hacia su armario.

¡La cama! Alabada sea la cama, tan cómoda y suavecita, o más que el baño. No tardó en dejarse caer sobre esta, con suerte así el suelo dejaría de moverse pero no, el bastardo continuaba haciéndolo. Por lo que colocó una de sus manos en la cabeza.

Pronto vio frente a si la botella pero tuvo que necesitar de Alessandro para sujetarla, al menos no se le había resbalado, aun.

—Eso dijiste la última vez —le reclamó nada feliz, por su culpa estaba pasando ese malestar, aunque Ian mismo tenía parte de la culpa por dejarse llevar.

Dejó la botella en una mesita junto a la cama, no bebería, así fuese agua. Se quitó los zapatos torpemente y se acostó en la cama cual largo era. Cerró los ojos y no los abriría hasta el siguiente día.

Seguía buscando la colchoneta por un rato, hasta encontrarla... pero debido al estado actual que tenía su cerebro no coordinaba lo suficiente y le estaba costando bastante sacarla. A lo lejos escuchó la queja 'nena' de Ian, ni que fuera para tanto el abrazar el escusado unas cuantas veces y tener lagunas mentales.

Una vez que la logró sacar la colocó en el suelo y se giró para darle la indicación a Ian de que ese sería su lugar. Pero el muy Bastardo!!!... se había acomodado en SU CAMA. Caminó hacia allá y le dio empujones en su brazo nada delicados para que despertara, pero Ian estaba completamente perdido.. Alessandro estaba que no podía creerlo.. el no dormiría en el piso porque ESA era SU habitación, pero tampoco le agradaba la idea de dormir al lado de Ian. Si éste fuera mujer pues hasta estaría agradecido por su presencia en la cama.

Bufó exasperado, se colocó del lado donde Ian no había invadido la cama y nuevamente le dio empujones pero estaba bien jetón. También debido a eso Alessandro no podía sacar las sábanas y cobijas que estaban debajo de él. Vio el reloj de su mesa de noche y suspiró. Ya era de madrugada y estaba cansado. No vio de otra se sacó los zapatos tirándolos lejos y echándose a un lado de Ian, el muy maldito pagaría en la mañana. Cerró sus ojos.

------------------------------------------------------ Horas después ---------------------------------------

Aún era de madrugada, pero debido a la posición que tenía decidió girarse levemente. De pronto se topó con lo que parecía el cuerpo de alguien más... que el recordara no había regresado con alguna chica .. ¿o sí?.. Trataba de hacer memoria en sueños.. y en sus sueños recordaba a una guapa chica de cabellos negros... Probablemente se trataba de ella.

Sin abrir los ojos se fue acercando al cuerpo vecino para pasar un brazo por su cintura. Aún adormilado pensaba que la chica al parecer era mucho más alta de lo que recordaba....

Se encontraba en los brazos de Morfeo, manteniendo una respiración tranquila mientras su cama (o eso creía) se movía.

...¿Se movía?

Frunció ligeramente el ceño entre sueños. Una parte le decía que siguiera dormido, la otra le hacía preguntarse si alguien estaba con él. Pero ¿Quién?. A su mente llegó la mujer con quien había bailado y se veía con ganas de llevárselo. Sí, debía ser ella.

Tenía demasiada pereza para girarse, así que se quedó ahí, dejándose mimar, sonriendo mientras su abdomen era acariciando, se sentía bien, aunque la parte racional de su cerebro le decía que la mano que sentía era de un tamaño considerable para tratarse de una chica. Sin embargo aun estaba lo bastante perdido para darle importancia a ese detalle.

Entre sueños, y teniendo en mente a aquella simpática y guapa mujer... le proporcionaba caricias a lo que parecía ser el abdomen de su acompañante. Aunque a pesar de encontrarse adormilado habían ciertas cosas que no encajaban tan bien en la escena... su cerebro muy en lo profundo se lo decía...

Uno.. estaba bien para el que la chica tuviera el abdomen 'plano', pero si mal no recordaba las mujeres tenían mas de donde 'agarrar', dos su piel no era tan suave como por regla era característico de las mujeres, tres... acercándose un poco más a la afortunada (?)... no percataba algún aroma femenino.

Como sea... si era mujer era bienvenido todo aquello... se acercó aún mas y comenzó a subir su mano esperando encontrarse con algo aún mas suave y redondeado... Frunció en ceño al no encontrar algo así.. continuaba buscando cada vez sintiendo que aquello no era tan normal.

Las caricias continuaban y él no se quejaba a decir verdad, los mimos siempre eran bienvenidos, vale esa mano en cuestión era grande y no suave precisamente pero no estaba mal.

O tal vez algo sí estaba mal, su cerebro adormilado trataba de atar cabos. ¿Las mujeres tenían las manos así? A la falta de suavidad le podía encontrar explicación pero al tamaño no, aunque tampoco estaba al cien en ese momento.

Dejando eso de lado, le pareció curioso que el toque hubiera cambiado, parecía que...buscaba algo, ¿pero qué? Algo no cuadraba.

Por cierto, eso que acababa de sentir ¿qué era?

Sin poder evitarlo su cuerpo se tensó. Definitivamente algo no cuadraba.

Por más que buscaba no encontraba "aquello" por más que tocara....'¿Y las bubbies?' no pudo evitar pensarlo. Además se había tensado la chica que estaba a su lado, aquello empezaba a no cuadrar tan bien. Haciendo un enorme esfuerzo, abrió los ojos poco a poco para asegurar de quien era la persona a su lado. Como tenía en primer plano el cabello, se incorporó en la cama.. giró a su compañía y puso su otra mano para apoyarse encerrando así a la otra persona entre sus manos y el arriba.

Como aún era bastante oscuro y por la borrachera le costaba enfocar lo suficiente, se acercó lo más que pudo al rostro de la otra persona. Pero cuando logró darse de que se trataba de alguien conocido y opuesto al sexo femenino no pudo evitar quedarse en shock por unos momentos... (al parecer Ian también estaba sin palabras). Deseaba con todo su ser vomitar por lo que estaba haciendo felizmente unos momentos atrás.

Sin pensarlo mucho por mero instinto empujó a Ian, tratando de tirarlo sin ninguna delicadeza de SU cama.

Tuvo que hacer acopio de su fuerza de voluntad para abrir los ojos y poner a trabajar su cerebro, algo no estaba bien en esa situación y debía saber que era. Una parte de si comenzaba tenerlo claro pero rogaba internamente estar equivocado.

Tenía planeado girarse, no, mejor levantarse, pero en ese momento alguien lo movía y pronto tuvo un rostro cerca del suyo. Eso bastó para confirmar sus sospechas y dejarle el cerebro desconectado debido al shock.

¿Qué debía hacer ya que no podía desaparecer? ¿Decir algo? ¿Maldecir? ¿Empujarlo?.

No hizo falta, Alessandro se le había adelantado. Trató de resistirse, pero no sólo su cuerpo no respondía, sino que además su compañero era más fuerte que él, así que la fuerza de gravedad actuó sobre su cuerpo, golpeándose de paso con la mesita mientras sus posaderas terminaban en el suelo.

—¡Bruto! —se le escapó mientras se sujetaba su cabeza con la mano y tenía el ceño fruncido.

Ese no era su día.

Viéndolo desde donde él se encontraba no pudo evitar exclamar bastante fuerte.

- ¡¡ Para que te duermes en mi cama cabrón!! - si fuese en otra situación probablemente ya hubiera terminado él dando golpes. Pero lo único que hizo fue mantener sus puños cerrados en lo que se recuperaba de aquello. Se llevó una de las manos a la cabeza también para tratar de ordenar sus ideas y evitar la agresividad.

Tomó una de las almohadas y se la aventó directo a la cara - Te toca dormir ahí wey... No pienso dejarte compartir mi cama de nuevo - le dijo bastante serio y tratando de mostrarse lo más tranquilo pese a su estado, alterado.

No necesitaba que le gritaran, en serio no lo necesitaba. No se sentía bien debido a la borrachera y a eso había que agregarle los golpes que recibió al caer. Su tranquilidad y amabilidad habituales estaban escondidas en alguna parte de su ser.

—¡No fui yo el que manoseó! ¡¿O sí?! —le reclamó mientras afloraba su mal humor.

Respiró profundo, su lado racional le decía que debía calmarse, sólo era un malentendido, era cuestión de calmarse y plati...

Recibió el almohazado.

¡¿Qué carajo le pasaba?!

Siendo más impulsivo que otra cosa, cogió la almohada y se la aventó a su dueño, el Ian bueno no estaba presente en ese momento.

Respiró nuevamente antes de ponerse en pie con dificultad.

En serio que estaba controlándose todo lo que podía. Podía ser bastante calmado en varios tipos de situaciones incluso una así, pero bajo la influencia del alcohol lograba sacar su personalidad de cuando era un vago inmiscuido con malas compañías. El echo de que Ian (por obvias razones) le regresara la almohada le irritó enormemente... además cuando éste se puso de pie, Alessandro lo tomó como si el tuviera la intención de echar más bronca... sobre todo por aquellas palabras ...

.."¡No fui yo el que manoseó! ¡¿O sí?!"... Sin pensarlo tanto tiró a Ian con su propio cuerpo, tacleándolo quedando él encima del otro profesor. Cerró uno de sus puños y pensaba justo darle en su cara de niño rico, sin embargo algo en su cabeza le hizo reaccionar para al final terminar golpeando fuertemente el piso muy cerca de la cara de Ian.

- ¡NO SOY PUTO!.. - trató de calmarse - ¿entiendes? No es que me guste estar "manoseando" - recalcó las palabras que usó Ian - hombres....

¿Qué carajo? En serio ¿Qué carajo le pasaba a ese bruto, a ese animal? Bastantes golpes había recibido esa noche y su cuerpo no estaba acostumbrado a eso.

El ataque lo tomó por sorpresa, lo primero que supo es que sentía dolor en la espalda, lo segundo, que un puño se aproximaba a su rostro. Por mero instinto giro este, cerrando los ojos mientras su ceño se mantenía fruncido, pero el dolor no llegó.

Fijó sus ojos enfadados en los contrarios, no se iba a doblegar, era un Marlowe, no un cualquiera.

—¿Entonces que haces encima? —le preguntó con enojo contenido antes de darle un empujón con todas las fuerzas que tenía en ese momento.

Debido al empujón Alessandro terminó sentado un lado de Ian, parecía (para Alessandro) que le estaba retando al darle ese tipo de contestaciones. Nuevamente Ian trataba de incorporarse del lugar donde se encontraba. Alessandro aprovechó para sujetarle fuertemente del cuello de su camisa y jalarlo hacia el.

- ¡Basta de eso cabrón o no respondo! - en sí lo único que esperaba Alessandro es que dejara de insinuar que él era el que estaba echándole el perro al otro. Pero no se fijaba en que sus acciones no eran del todo buenas y no se merecía por lo tanto una disculpa de parte de Ia.

Por fin libre del peso extra, intentó ponerse de pie, sólo quería ir por sus zapatos y salirse de ese cuarto de una buena vez. Un plan sencillo, fácil de llevar a cabo ¿Cierto?

Pues no, el bruto de su compañero lo tenía sujeto de nuevo. En otra ocasión hubiera contado hasta diez para calmarse y tratar el asunto con toda diplomacia, pero en el estado en que se encontraba, el dialogo civilizado no cruzaba por su mente.

—¡Basta!

Estaba harto, en serio harto. Le sujetó las muñecas con fuerza hasta que logro safarse de su agarre, le dio otro empujón antes de levantarse y salir del cuarto dando un portazo.

Se quedó en el suelo, tratando de acomodar sus ideas... Lo bueno es que su compañero no había perdido la paciencia y no se portaba tan impulsivo como él lo había hecho. Si no probablemente hubieran terminado ambos con ojos morados (???). Tenía un dolor enorme en la cabeza, se llevó una de sus manos a la misma.

Como pudo se levantó y fue nuevamente a su baño. Cerró también de un portazo, desquitándose con la pobre puerta. Abrió el grifo de agua fría y se metió sin meditarlo dos veces. A ver si con eso podía aclarar sus ideas, tranquilizarse y despejarse de la situación anterior. Después tendría una conversación incómoda con Ian.