Cuidando al profe (20 de Septiembre - En la mañana)

Ríe un poco con eso, decidiéndose a hacer un comentario algo atrevido -Bueno, dicen que las mujeres desordenadas son buenas amantes- Comenta medio en broma, medio en serio, sin ningún doble sentido o intención oculta.

Notó los gestos cansados de Alessandro, después de todo era difícil no verlos. Incluso se percató de que sus ojeras estaban un poco más grandes que lo usual en el momento en que le abrió la puerta. -...Espero haber sido buena enfermera- Le dice suavemente, sonriendo con calma -Venga, tiene toda la pinta de que podría quedarse dormido sentado como está ahora- Agrega sonriendo más animada, antes de acercarse para tomar el brazo contrario y halarlo no muy fuerte para ayudarle a pararse y que se dirigiera a su cama.

-Qué dice? Me gané un abrazo?- Le pregunta con una sonrisa amplia y un poco traviesa.

Sonrió ante la sugerencia de la joven, llevando sus manos atrás de la nuca para entrelazar los dedos. No pudo evitar bostezar levemente...

-Perdón - se disculpó ante aquello - Todas las mujeres tienen el don que las hace buenas amantes - comentó sonriendo levemente. Asintiendo a lo de quedarse dormido en cualquier momento, realmente se esforzaba por poner atención en la conversación.

Meditó la pregunta de Gisselle por un rato - Pues no se ... - hizo gesto pensativo al poner su mano en la barbilla - Hiciste que me levantara de la cama ... -sonrió - así que hasta el final te lo doy.

Comentó aún mostrando su cansancio.

-Debe decirlo alguien con experiencia si puede hablar del tema con tanta seguridad- Le contesta entretenida por su respuesta.

A continuación alzó una ceja mientras sonreía al escuchar lo de darle un abrazo ya al final, así que haló el brazo contrario con un poco más de fuerza para que Alessandro se pusiera de pie -Vale, la próxima vez forzaré la cerradura y le daré de comer sin levantarle de la cama...- Le dice en broma, ahora caminando con él mientras le seguía tomando del brazo.

-Sabe? Si gusta más tarde cuando ya esté descansado y se sienta mejor le podría traer su cena, o si se anima le invito a cenar. Qué tal suena una hamburguesa?- Le pregunta un poco más animada.

Ante la primera frase de la chica no iba a comentar más allá de eso. Lo que tuvo anteriormente se quedaba en sus recuerdos. Se dejó jalar por la chica y caminando a su lado.

- Que sea en otra ocasión, la verdad prefiero descansar si se puede todo el día.. mejor - comentó sonriendo aun mostrando somnolencia.

Se talló levemente uno de sus ojos con su mano.

Asintió ante su respuesta, sonriendo con calma mientras seguía guiando a Alessandro hacia su cama. De todas maneras ella si cenaría su hamburguesa, no es como si necesitase al profesor para hacerlo (?).

-Y~ Llegamos- Le dice cuando llegan al borde de la cama, antes de sonreírle un poco traviesa al moreno -Me dará mi abrazo antes o después de acostarse?- Le pregunta entretenida, mostrándose también un poco pícara para completar su broma.

Pese a encontrarse aún adormilado pudo captar las palabras de Gisselle.

- Mmm antes de acostarme, pero obviamente no me acostaré si sigues por aquí - comentó relajado y sonriendo levemente. - Anda, puedes ir en paz ya viste que lo único que necesito es dormir.

Le comentó colocando una de sus manos en su hombro. Después para encaminarse hacia la puerta, quería dormir pero tampoco era adecuado que una alumna se quedara en su cuarto. No era algo apropiado.

Awn, trollear a Alessandro adormilado no era tan divertido, no reaccionaba igual a sus bromas como cuando estaba bien despierto.

A continuación sonrió cuando la comenzó a guiar hacia la puerta, sentía que la estaban echando amablemente, aunque sabía que el moreno pudiese no tener esas intenciones. -Podría arroparle y darle su beso de buenas noches- bromea animafa, todavía caminando hacia la salida.

Al llegar al pasillo tan pronto y tuvo la oportinidad se dio media vuelta para abrazar al profe con una gran sonrisa, recostando su rostro del pecho contrario sin decir nada mientras desprendía corazoncitos imaginarios.

Sonrió ante la respuesta de Gisselle, siempre aprovechaba cualquier oportunidad para hacer un comentario de ese tipo. En otra ocasión (más despierto... le hubiera respondido de otra forma). Aceptó el abrazo que le dio la morena, inclinándose levemente y rodeándole con un brazo.

Después de todo lo había prometido y le agradecía el desayuno del momento. - Bien gracias por todo, estuvo delicioso lo de hace rato - se separó levemente de ella para poner una de sus manos en la cabeza.

- Verás que después de dormir me repondré - le comentó despidiéndose amablemente, para luego cerrar su puerta y entregarse por completo al mundo de los sueños. Justo un poco antes de llegar a la cama en su camino se topó con unos zapatos masculinos que no correspondían a los de él.

Se dio un leve golpe en la cabeza con su mano al recordar de quién procedían. Se tiró a la cama, maldiciendo por eso... creía que todo había quedado en una pesadilla.

Sebastian no había asistido a la fiesta de la noche anterior, ya que, por más que su intención era mostrar una buena imagen, había una cantidad de cosas que podía soportar... Y ver a sus colegas borrachos, sobrepasaba ese límite.

Había desayunado en la sala de maestros, aprovechando a que estaba prácticamente vacía, y justo en ese momento, volvía a su habitación a cambiarse para salir a la ciudad.

Se detuvo en medio del pasillo al ver a una pareja abrazándose muy amorosamente en la puerta de una de las habitaciones. La habitación pertenecía a Alessandro Turco, y si no veía mal, esa chica era una alumna de la universidad. Sonrió de lado con malicia.

Esperó a que la chica se fuera y a que su colega cerrara la puerta para seguir su camino. Esa sería una información valiosa que podría usar en algún momento. Sólo quedaba decidir cuando, y para qué.