Cena "familiar" [24 de octubre en la noche-Dpto de Emma. Privado]

Pese a la presión de las piernas de Emma. Él sabía perfectamente que podía aún así mover sus dedos para acariciarle en los puntos que había descubierto que le fascinaban a ella, pero decidió esperar. Rió levemente en el cuello de la rubia ante su pregunta y luego se incorporó un poco para quedar frente a ella y acariciarle la mejilla con la yema de sus dedos.

- Tú dime - ahora sus dedos le acariciaban los labios - ... yo te obedeceré..

Escuchó la risa y sonrió divertida. Le gustaban las caricias en sus mejillas, en sus labios...

Le mordió con suavidad el dedo índice ante sus palabras.

- Maldito, me dejas la responsabilidad a mi - Respondió en tono peleador. - En ese caso, tenemos que dormir. - Suspiró con pesar mientras se incorporaba. - Pero conste que no te costaría nada convencerme para que cambie de opinión - Agregó traviesa, mientras se levantaba y buscaba en su closet la ropa de noche.

No pudo evitar suspirar vencido ante las palabras de Emma de "ir a dormir", de hecho le permitió el paso cuando ella se incorporó y se levantó. Pero las últimas palabras le hicieron sonreír enormemente, sin mencionar que hasta sus ojos brillaron maliciosamente (?) ante la notable contradicción en la frase de la rubia.

Se levantó también colocándose detrás de Emma, y con cada mano deslizar los tirantes del sostén por los hombros de ella- Y tu eres una tramposa - le susurró al odio, comenzó a besarle y recorrer con su mejilla rasposa el camino marcado por su columna. Nuevamente una de sus manos se deslizó hacia los muslos de la rubia y le acarició sobre su ropa interior

No se sorprendió demasiado al sentir a Aless detrás suyo... Sonrió divertida, mientras volteaba ligeramente el rostro para mirarlo.

- Nop. Simplemente soy honesta (?) - Respondió con una sonrisa entre divertida y perv.

Un suspiro escapó de sus labios al sentir los besos, suspiro que se transformo en un leve gemido al sentir la mano de Aless en la parte baja de su cuerpo.

- Eso sí es trampa... - Dijo dándose la vuelta y besándolo en los labios con intensidad.

Le encerró con sus brazos sus manos bajaron hasta llegar al trasero de Emma. La apegó a su cuerpo para compartir el calor que emanaba de él. Responde a su beso demandando más de lo que ella había marcado en un inicio.

- No es trampa... también soy honesto - le besó de nuevo para luego ir a su cuello y empujarle levemente que caminara hacia la puerta del armario - Eres tan suave, sabes que es más que un simple deseo - Va de nuevo hacia los suaves labios de ella y gime con fervor en su boca; mientras sus dedos traviesos se aproximan a la cadera, a los costados de sus muslos para de un momento levantarle del suelo. Agradeciendo que Emma le rodeara con sus piernas.

Un agradable temblor recorrió su cuerpo al sentir el cuerpo y el calor ajeno. Se acopló al beso demandante, demandando ella también más y más. Lo observó curiosa cuando él separó sus labios de los suyos, pero sonrió divertida la oír sus palabras. No duró demasiado, ya que sus labios eran nuevamente ocupados.

Se dejó guiar hasta el armario, disfrutando de cada roce, de cada toque. Casi se le escapa un grito ante el movimiento brusco de Aless, pero la sorpresa se convirtió en una risa suave, mientras rodeaba el cuerpo masculino con sus piernas para no caerse.

- Que hombre tan fuerte... - Susurró divertida, antes de besarle el cuello, intercalando mordidas suaves.

A pesar de tener a Sophie siempre en su mente, Aless le despertaba un deseo que era muy difícil de resistir.

Rió levemente susurrándole suavemente un "Shh", después de todo habría que ser discretos considerando la situación actual. Gimió suavemente en lo que besaba la mandíbula de Emma, cada vez que ella le dedicaba caricias en su cuello le enloquecía. Tomó ese gesto como una invitación para continuar con sus movimientos.

Caminó de regreso hacia la cama de Emma para recostarle suavemente en lo que él le mordisqueaba el lóbulo de su oreja y su cuello, por unos breves momentos permanece encima de la rubia hasta que decide incorporarse levemente para retirarle con calma su última prenda y quedarse hincado entre las piernas de ella.

- ¿Sólo eso? - le cuestionó sonriendo perversamente mientras se desajustaba su cinturón.

Gimió suavemente al sentir las mordidas en su cuello, mientras acariciaba la espalda de Aless, disfrutando de lo que tocaba. Se dejó quitar la prenda, mirando divertido a su compañero mientras lo hacía.

Al oír su pregunta sonrió y lo miró con malicia.

- Quizás... - Susurró, mientras miraba el cinturón desajustarse, y obviamente, toda la zona que lo circundaba. Estiró la mano para acariciar el lateral de las piernas masculinas, mordiéndose el labio inferior en un gesto innato.

Miró ansioso cuando se mordió el labio Emma y le paso su dedo pulgar donde se mordió. Se bajó los pantalones junto con la otra prenda - ¿Me tengo que esforzar entonces? - le preguntó pícaro mientras con su cuerpo empujaba el de ella para poder quedar arriba.

Le beso con ahínco en los labios y luego bajando a su cuello en lo que terminaba de acomodarse entre las piernas de la rubia. Y rozar su intimidad con la de ella sin penetrarle, provocando con eso que su respiración cambiara sin mencionar la necesidad de resolver aquel momento de tensión.

Sonrió cuando sintió los dedos masculinos en sus labios, y miró con descaro a Aless cuando se bajó los pantalones. En su mirada se veía el deseo, que se vio cumplido en muy poco tiempo.

- Siempre - Respondió pícaramente - Prometo hacer lo mismo.

Gimió suavemente durante el beso sin poder evitarlo, presionando la nuca contraria con sus dedos. Su respiración aumentaba de intensidad, y se transformo en un suspiro de placer al sentir el cuerpo de Aless sobre el suyo. Otro gemido abandonó sus labios al sentir el roce en su intimidad, bajando una de las manos desde el cuello hacia la parte baja de la espalda de su compañero, haciendo una suave presión para indicarle que continuara.

Comprendió el movimiento de Emma, pero continuó un poco en estar frotándose contra Emma, reprimiendo varios gemidos profundos. Veía las expresiones de la mujer rubia y le acarició su rostro con cariño - No dudo que lo hagas - le dijo sonriendo descaradamente.

Le besó con calma disfrutando del momento para luego penetrarle con calma y disfrutando el contacto íntimo que tenía al estar adentro. Comienza a alzar su pelvis, la baja, la alza, ya ha tomado un ritmo a la par que acerca sus labios al oído para susurrarle quedito - Vale la pena. - suspiró fuertemente manteniendo aún el ritmo -ser premiado..

Le devolvió la sonrisa entre gemidos suaves. Le agradaba la sensación, aunque no podía evitar pedir más. El desgraciado le hacía perder la cordura y desinhibía por completo.

Devolvió el beso tratando de mantener la calma, aunque un gemido más alto de lo debido escapó de sus labios al sentirlo finalmente dentro suyo. Se reprendió mentalmente, aunque su cerebro no se concentró demasiado en esa idea.

Al oír el susurro volvió soltar una risa suave, que fue interrumpida por otro gemido débil. Presionó la espalda contraria con la yema de sus dedos, mientras su cuerpo temblaba ligeramente ante las sensaciones que la invadían.

- Me parece.. - Dijo entre suspiros - Que el premio fue para los dos...

Rió traviesamente en lo que se inclino para tomar un seno con su boca mientras masajeaba el otro, saboreo sus pechos y después subió para besar su cuello.

- Me gusta compartir este tipo de premios - sonrió perversamente en lo que continuó con su baile de caderas y con el pulgar comenzó a acariciarle el clítoris con movimientos circulares.

Pese a que no lo parecía trataba de mantener en mente de ser cauteloso para no despertar a la pequeña hija de Emma, pero cada vez que estaba con ella le era difícil controlarse. La noche sería bastante larga, sin mencionar agradable.

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Se encontraba acostado boca arriba tratando de normalizar su respiración, abrazando a la rubia que tenía al lado y enredando sus dedos entre los cabellos rubios.

Abrazaba el torso desnudo de su compañero, mientras normalizaba su respiración. Tenía los ojos cerrados y una ligera sonrisa. Disfrutaba el contacto en su piel y su cabello, el calor ajeno y las endorfinas que invadían su cuerpo gracias al "ejercicio" realizado.

Abrió los ojos con cansancio, aunque la sonrisa en sus labios dejaba descubiertos sus sentimientos. Acarició los labios de Aless con su dedo índice, bajando por su mentón y su cuello, donde le proporcionó suaves caricias.

Se sentía agradable estar así, tranquilos, juntos. Quien lo hubiera dicho...

Sonrió ante la delicada caricia que le dio Emma con su dedo índice, no pudo evitar besarle éste cuando lo tuvo en sus labios, la atrajo más hacia sí en cuanto tuvo oportunidad para darle un beso en su frente.

- ¿Sabes?, si mi guapa novia nos descubre me matará - le dijo sonriendo en lo que giraba su rostro hacia ella y le daba un beso en su nariz.

Sonrió alegremente ante le beso y el abrazo de Aless, y rió suavemente al escuchar sus palabras.

- Eso si no la mato primero yo... Prometiste que serías todo mío ¿Recuerdas? - Respondió divertida. Le guiñó un ojo con picardía antes de darle un besito en la mejilla.

Tomó una de sus manos para entrelazarla entre sus dedos con cariño.

- Lo soy ya te lo había dicho, adoro estar contigo en cualquier momento - le sonrió - No te imagino celosa.

Observó por unos segundos a su mano entrelazada con la de Aless. Le gustaba la imagen, por lo que sonrió al verla.

Escuchó las palabras de su compañero y volvió a soltar una risa suave, aprovechando para besarle la mejilla una vez más. No podía separar sus labios de su piel por mucho tiempo.

- Tengo que admitir que también le estoy tomando el gusto - Respondió guiñándole el ojo con picardía - Y No soy celosa, realmente. Quizás un poco desconfiada en un principio... Aún no te creo 100%.

No iba a mentir. Le costaba trabajo confiar plenamente en los hombres después de lo que había pasado, pero era algo que de a poco iba superando... o eso esperaba.

Le besó suavemente en los labios animado ante la respuesta.

-Me agrada saber que le tomes el gusto, a mi me encanta siempre - le dijo al oído suavemente- ... ya tendré tiempo suficiente para convencerte - le peinó suavemente sus cabellos para retirarlos enfrente de su rostro.

[b]- Gracias por invitarme a compartir esta noche con ustedes[/b]

Comprendía perfectamente la situación de Emma, y aceptaba ser paciente así como demostrarle que quería aquello en serio.

Volvió a sonreírle contenta. A decir verdad, se le hacía un poco extraño que Alessandro no hubiese huido ya. Había tenido la oportunidad (?).

- Gracias por aceptar - Respondió suavemente - No debe ser fácil... Entre la niña y mi genio - Agregó entre divertida y avergonzada.

- Hablando de eso... - Dijo entre risas, mientras se incorporaba levemente y apoyaba su torso sobre el de Aless, quedando frente a frente con él - Es un milagro que no hayamos despertado a Sophie. Soy una madre terrible... - Dijo acariciando el rostro contrario con la yema de sus dedos - Es tú culpa por hacerme olvidar de las cosas importantes... - Susurró antes de besarlo nuevamente en los labios.

Rió levemente ante las palabras de Emma, le fascinaba tenerla encima... claro le gustaba más otra posición donde la podía admirar, pero sabría que se ganaría un golpe por parte de la rubia si le externaba sus pensamientos pervertidos. Le acarició la espalda con ambas manos.

- Claro que no eres una madre terrible en sí creo que eres admirable... El enfrentarte sola contra el mundo por estos años con una pequeña no es cualquier cosa - una de sus manos recorrió la espalda baja - Pues.. tomaré como un halago que provoque el olvido en ti... y espero que también otras cosas.

Sonrió pícaramente.

Sonrió con dulzura ante las palabras de Aless, mientras le acariciaba cariñosamente la mejilla. No había sido tarea fácil con Sophie, pero no pensaba demasiado en ello ya que no le veía el sentido.

Rió con picardía, robandole un beso de los labios a Aless al escuchar su última frase.

- Claro, otras cosas también... - Respondió besándolo una vez más, para luego recostarse a su lado. - Deberíamos descansar...

Lo abrazó y recostó su cabeza en el pecho masculino. Podía sentir su perfume y su calor, algo que le agradaba más de lo que estaba dispuesta a aceptar. Cerró los ojos intentando no pensar, y no paso mucho tiempo antes de que se quedara dormida.