Visita inesperada.. (?) [Departamento de Emma 9 de Oct ]

Levantó una ceja, desconfiada. ¿Propuesta? ¿Qué propuesta?

- ¿No se suponía que estabas ebrio? - Preguntó mientras servía las tazas, y le daba en la mano la que le correspondía.

Tomó un sorbito de su café, tratando de recordar, hasta que a su mente vino una frase: "Vámonos a dormir". Casi escupe su café. No podía estar hablando en serio.

Tomó la taza que le había extendido, nuevamente esperando a que la situación se calmara. Tomó un sorbo del café con calma mientras escuchaba la pregunta de Emma.

- ¿Nunca has oído que los borrachos y los niños siempre dicen la verdad? - le sonrió levemente. - Tampoco es que estuviera tan perdido para no saber que paso. Recuerdo tu baile coqueto mientras cantabas por ejemplo..

Al parecer su compañera se acordó de algo, debido a la expresión que tenía en el rostro - ¿Sucede algo?

¿Baile que? ¿QUEE? Oh, Dios. Quería morir. Había jurado no volver a tomar en su vida, pero en ese momento podría bajarse una botella de lo que fuera, con tal de no ser conciente de lo que pasaba.

- Lo de los niños es mentira - Dijo tércamente - ¿Quieres decir que tenías sueño? - Preguntó, bebiendo más café e imaginando que se trataba de algún wishky añejo o algo similar.

Ahora que lo pensaba, lo del baile no era necesario y lo reafirmo al ver como lo había tomado Emma, sin embargo por la situación anterior no pudo evitar decirlo.

Rodó levemente los ojos ante su respuesta a la defensa, mientras tomaba con calma otro sorbo de café - ¿Sueño? - preguntó alzando levemente la ceja, la verdad no se trataba por malicia, sino que no seguía el significado o la pregunto que le había formulado Emma.

Suspiró molesta.

- Tu propuesta ¿Era para ir a dormir? - Le preguntó, levantando una ceja. No se dejaría vencer, no y no.

Por un segundo deseó que su hija estuviera en casa, así esos temas estarían fuera del panorama. ¿Donde estaba esa enana bonita cuando la necesitaba?

Tomó el peluche que Aless había dejado sobre la mesa y lo miró sonriendo, mientras seguía tomando café.

¡Claro!, regresaban al tema de que le había dicho en el bar justo antes de su escape ... "ir a dormir". Tomó un sorbo mientras veía como nuevamente trataba de dar escape ante la situación al tomar el peluche de su hija.

Dejó su taza sobre la mesa y tomó sin ser brusco nuevamente el juguete de la menor para llamar la atención de Emma nuevamente. - ¿Y por qué no iba a ser así?,... ¿Acaso tu ideaste algo diferente?.

Le miró directo, tratando de no perder ningún detalle de los gestos de la rubia. Se mostraba calmado.

- ¡Hey! - le replicó, cruzándose de brazos al ver que le habían sacado el juguete (?). No se iba a poner a pelear por un peluche como si fuera una niña. Aunque era el favorito de Sophie..

- Claro que no. No tengo idea de lo que pensaba. Recuerdo la mitad de las cosas, de hecho. - Dijo, aún cruzándose de brazos y mirando al suelo - No estoy acostumbrada a beber, mi vida es bastante más tranquila. - Agregó con la mirada fulminante.

No decía eso con ganas de pelear. Simplemente era verdad, no toleraba bien el alcohol porque no tomaba casi nunca, o bueno... Nunca.

Era mejor colocar el peluche en la mesa, para asegurarse de su propia seguridad. Con aquella reacción hubiera apostado que poco le faltaba para que le disputara el juguete de Sophie.

- Esta bien, no es que fuera mi intención reprocharte al respecto. Y esta bien, en todo caso no tienes que justificar lo de la bebida - se encogió de hombros, tratando de restarle interés a ese punto. Suspiró por un momento

- Sin embargo ,... ¿podrías olvidarte por unos momentos mostrarte a la defensiva?

Emma levantó la vista suavemente. Aún tenía el gesto de niño al que le han quitado los dulces, pero trato de relajarse. Se estaba comportando como una niña. Debía hacerse cargo de sus acciones, como una persona mayor (?).

- Está bien. Lo siento. - Dijo sentándose en una de las sillas, y moviendo delicadamente con el pié la contigua. Aún no estaba confiada, pero le indicó con la mirada a Aless que podía sentarse junto a ella.

Por cuestiones como esa recordaba el dicho que decían que si un hombre hacía algo mal él tenía la culpa y si una mujer hacía algo mal... un hombre también tenía la culpa. Sin embargo era mejor dejar eso por la paz y sentarse a un lado de Emma.

- ¿Cómo le hacen? - comentó animado mostrando su estado bromista - Para que al final uno sienta que debe disculparse también. - Le comentó mientras miraba su taza que aún contenía la mitad del café.

- ¿Eh? - Preguntó confundida. El tono bromista la había tomado por sorpresa - Oh... No se... Son nuestros poderes especiales, supongo - Dijo tímidamente.

Se había animado a volver a sonreír. Aless no podía ser tan mal tipo después de todo, aunque lo tomaría con cautela. Ella también había tenido sus errores, y sabía reconocerlos. Ya se había disculpado, de hecho. No lo volvería a hacer.

Miró a Emma por unos momentos, quien sabe en qué pensaba exactamente. Por un breve momento creyó verle bastante pensativa.

- Si eso veo, se aprovechan de uno que es noble e inocente - comentó aún con el mismo buen humor que la de hace unos momentos - Trataré de ya no hacerte enojar, no me gusta para nada como luces así.

Dijo sonriendo, mientras apoyaba su cabeza en su mano.

No pudo evitar que la diversión se filtrara en su mirada.

- Claro, noble e inocente. - Dijo en un tono sarcástico, pero con buen humor. - Y no, no me hagas enojar. No sabes a lo que te enfrentas~ - Aclaró, divertida.

- Claro que lo soy, mi pobre corazón sufre ante la duda entre tus palabras - comentó antes de disfrutar su café, regresó la taza a su lugar y la miró por unos momentos.

Se encontraban en un punto donde habían llegado a la calma, sin embargo era tanta ésta calma que ahora Alessandro no sabía que decir - Supongo que... en caso de enfadarte, tendré que enfrentarme a las consecuencias... Lo siento.

Y sin pensarlo más, acortó la distancia que había entre ellos para besar en los con calma a la rubia. Disfrutaría del momento, después ya se enfrentaría a cualquier tipo de agresión que le hiciera Emma, claro si es que no se enfrentaba a algo peor.

Sonrió ante las palabras de Aless. Payaso. ¿Cómo era posible que pasara de un estado de animo a otro tan fácilmente?

Bebió otro sorbo de café, mientras miraba de reojo a su compañero. A ella no le molestaba el silencio... Entre las clases y la vida con Sophie, los momentos de silencio eran bienvenidos, pero parecía que algo perturbaba a Aless.

Escuchó sus palabras mientras dejaba su taza de café vacía sobre la mesa. No llego a contestar, ni a reaccionar siquiera, ya que de un momento a otro sintió los labios contrarios sobre los suyos. Era un beso calmado, lo que le dio mas rabia aún. ¿No había escuchado todo lo que le había dicho? ¿No había visto los juguetes en el piso? ¿No era consiente de con quién se estaba metiendo?. No pudo evitarlo, simplemente no pudo... Una lagrima corrió por sus mejillas, la que se apresuró a limpiar rápidamente en el momento en que ambos rostros se separaron.

- Eres un idiota - Le reprochó. - Te dije que no jugaras conmigo - Agregó mientras limpiaba la segunda lágrima que corría por su mejilla. Acto seguido lo tomó por la playera como si fuera a golpearlo, tenía todas las ganas de hacerlo, pero su cuerpo optó por la decisión contraria. Relajó sus hombros y volvió a unir sus labios a los contrarios.

Pudo sentir obviamente un efecto que había predicho en los labios de la rubia... mentalmente había imaginado siendo echado del departamento, si es que bien le iba. Sin embargo la lágrima que había escapado de los ojos de Emma no lo había predicho... Se quedó atónito ante aquello, escuchó claramente sus palabras... "Eres un idiota", ya lo esperaba de hecho agradecía esa palabra (?) Por alguna rara razón creyó que los insultos continuarían.

Pero el "Te dije que no jugaras conmigo", le hizo comenzar a darse una idea del porqué la actitud tan a la defensiva de la rubia, su segunda lágrima le hacía confirmar cada vez más sus sospechas. Estaba dispuesto a explicarle aquello, pero desde el momento que le tomó de la playera asumió que Emma le golpearía y no pondría objeción alguna en defenderse. ... probablemente en otro momento, uno más tranquilo, él podría hablar con Emma.

Sin embargo, volvió a sorprenderse ante la respuesta de su compañera, hubiera esperado todo, cachetada, golpes bajos (?)... menos aquello. Cerró sus ojos al sentir como se relajaba ella, le rodeó con sus brazos evitando mostrarse demasiado posesivo, mientras profundizaba el beso.

Se regañaba mentalmente por lo que había hecho. No estaba en sus planes, rompía todas sus estructuras y principios. Sin embargo, al sentir a su compañero profundizar el beso, no pudo hacer otra cosa más que corresponder dicha acción, y al sentir los brazos de Aless rodeando su cuerpo, su mente decidió ponerse en blanco. No quería pensar, ni sufrir, ni lamentarse. Simplemente se relajó y continuó el beso, cada vez más profundo.

A pesar de estar relajada, sus manos seguían sosteniendo la playera de Aless, por lo que al empezar a quedarse sin aire, aprovechó esta ventaja (?) y la usó para empujarlo levemente hacia atrás, y separarse de él.

Luego de retomar el aliento (?), emitió un leve suspiro. Sentía una tristeza que no podía explicar bien.

- ¿Porqué hiciste eso? - Preguntó, casi en un susurro. Los ojos penetrantes de su compañero la obligaron a bajar la mirada.

Se quedó admirando por unos instantes la reacción de Emma, lamentablemente ella había puesto cierta distancia entre ellos. Por suerte no la suficiente como para que él aún pudiese extender su mano y acariciarle con la yema de los dedos sus mejillas, recordando como la había visto con lágrimas en los ojos.

- Porque quería hacerlo,... me gustas.. - le respondió con calma, levantando un poco el rostro de la rubia para que le viera mejor - .. no es lo que tu piensas Emma,.. no quiero hacerte sufrir.. y menos llorar...

Le dijo serio, pero mostrando en sus ojos sinceridad.

La habían obligado a mirar (??), así que mantuvo la vista firme, aunque el enojo o la decisión se habían borrado de sus ojos. Estaba confundida, no sabía que pensar.

- No vas a hacerme llorar - Dijo con una leve sonrisa - Prometí no volver a hacerlo hace mucho tiempo.

Suspiró. ¿Que le gustaba? ¿Qué podría gustarle de ella? La vida le había pasado por encima hacía rato. Sentía que no tenía mucho más para dar.

- Lo que sea que estés pensando... No te conviene - Dijo tranquilamente.

Le veía atentamente, pese a las palabras firmes de la rubia, le parecía notar en su mirada inseguridad, mostrándose confundida. Pensaba que era mejor por el momento no llevarle la contraria con respecto a su promesa. Ya que siendo estrictos con aquello, la había roto hace unos instantes.

Debido a que Emma no se había opuesto a que él continuara acariciándole las mejillas, continúo haciéndolo para incluso acariciarle suavemente el lóbulo de su oreja.

-¿Por qué no me conviene?

Emma estaba comenzando a pensar que Aless era estúpido, ciego, o loco. Suspiró.

Le agradaba la sensación de las caricias de su compañero, por lo que puso su mano sobre la de él por un momento, para luego tomarla y alejarla de sí misma. No estaba permitido.

- Porque eres joven, y tienes derecho a ser libre. Yo por otro lado, tengo una niña que proteger, y que siempre estará antes que todo y que todos. Deberías estar con alguien quien te tenga primero en la lista de prioridades. - Dijo con una sonrisa tranquila - Claro, podría darte un acostón y ya - Dijo divertida - Pero lamentablemente no soy de esas. - Emitió una leve sonrisa, tratando de ponerle gracia al asunto.

No podía evitar sentir lástima, cuando le fue prohibido seguir tocando la piel suave de su compañera. Con lo que disfrutaba aquel contacto.

- No te entiendo Emma... - comentó sonriendo - en ningún momento te pedí yo algo así. ¿Acaso crees que no sé tu situación? ¿Te he pedido que dejes a tu hija para ponerme a mi antes? - cambió su expresión a algo más serio - De hecho, ni siquiera te he pedido que correspondas a lo que he dicho o hago.. Simplemente lo hago, ... déjame conocerte más...

Le respondió aún mirándole, estando a punto de nuevamente cerrar por completo el espacio entre los dos, le estaba costando contenerse.

Se llevó la mano a la frente y emitió una leve risita. Ya no sabía quién de los dos estaba siendo el idiota. ¿Estaría pensando demasiado la situación? No. O al menos, no podía evitar hacerlo. Con cualquier cosa que ella hiciera había demasiadas cosas en juego. No podía pensar solo en lo que ella quería, en sus deseos. Eso había quedado relegado cuatro años atrás.

- No lo has pedido, lo se. - Dijo con una sonrisa. - Simplemente te hablo con sinceridad. No tengo mucho para ofrecer. - Agregó encogiéndose de hombros. - ¿Quieres más café? - Preguntó como si nada.

Ante la respuesta de la rubia, cerró los ojos para reír también por su parte... ¿Por qué siempre las mujeres se complicaban tanto?

-Emma... estás loca - le comentó sonriendo ampliamente, para abrazarle arriesgándose a cualquier respuesta de su compañera. Le acarició con calma sus cabellos - Deja de pensar tanto.

¿Ella era la loca, ahora? Que rayos. ¿El tipo no se daba cuenta? ¿En serio? Ella no era un buen partido en ningún aspecto.

La estaban abrazando de nuevo. Ya se lo veía venir, por lo que no estaba tan tensa. Trató de seguir el consejo de Aless, relajarse y dejar de pensar, pero era difícil. Se enfocó en su perfume, el calor de su cuerpo. No era una mala sensación, hasta podría decir que lo estaba disfrutando. Pero ahí venia su conciencia a atormentarla.

- Tonto, Tonto. - Murmuró, hundiendo su rostro en el pecho de Aless.