Domingo de ocio [5 de Octubre]

El ambiente de la sala común no era de entusiasmo precisamente, tal vez porque al día siguiente sería el terrible y no bien recibido lunes, inicio te rutinas y tareas. Por supuesto tampoco había apatía o aburrimiento a grandes niveles, ya que varios se dedicaban a charlar, jugar o copiarse los deberes entre ellos, así que en ese momento los chicos con buenas calificaciones eran los más cotizados.

Jazz se mantenía ajena, como era su costumbre, ocupando un silloncito en la esquina del lugar. Tenía un bloc de dibujo donde trazaba cosas varias, pero no eran criaturas sobrenaturales, ni escenas del apocalipsis, o incendios a cierta institución. No, eran bocetos de ropa, o mejor dicho de disfraces varios. Se mantenía indecisa sobre que usar.

Tal vez era un comportamiento raro en ella, que no demostraba interés en ese tipo de cosas, pero no podía evitar que Halloween fuera su festividad favorita y que usar un disfraz, que perturbara, le llamara la atención. Por eso no era raro que asistiera al evento con alegría...toda la que podía mostrar por supuesto. Esa era la razón por la que debía tomar una decisión pronto. Así que continuó haciendo bocetos, agregando o quitando cosas.

Entró a la sala común acompañada de Cathy, dando un vistazo alrededor sin demora, los ahí presentes realizaban lo de siempre, algo normal teniendo en cuenta donde se encontraban pero que no resultaba tan interesante para Rose, en eso sus ojos se posaron en Jazz y sin pensarlo mucho fue con ella, siempre era un gusto ver sus dibujos por muy creepys que fueran.

Cathy la vio irse, quedándose ahí decidiendo si seguirla o no, hasta que optó por irse a un sillón desocupado y esperar a su amiga. Jazz la intimidaba un poco así que prefería mantener la distancia, además sabía que su amiga no tendría problema con ella.

Rose, por su parte, se asomó sobre el hombro de su compañera, sorprendiéndose un poco al ver que no eran los dibujos de siempre, para después sonreír al ver de que se trataba.

- Tal vez este o este -dijo con suavidad mientras su dedo índice señalaba dos diseños.

Jazz la miró de reojo, la rubia le sostuvo la mirada con una sonrisa...

-Tal vez -respondió la morena antes de continuar con su trabajo.

Rose se quedó un momento ahí hasta que se aburrió. Se fue a sentar junto a su amiga quien la veía curiosa.

- Decide su disfraz -le respondió con simpleza.

-Es verdad, es este mes ¿Ya...

- Sé de que nos disfrazaremos -le sonrió- Corre por mi cuenta -no en balde era una rica bastarda- Te verás tan bien que deberé cuidarte de los pervertidos, o tal vez no -volvió a sonreír.

Cathy sólo sonrió tomándolo como broma, porque lo era, en serio quería que lo fuera. No dudaba que la dejara a su suerte pero su amiga se podía distraer con alguien más.

Marina y Kelly se encontraban en uno de los sillones de la sala común. Marina estaba cómodamente recostada en el cuerpo del sillón, dejando a Kelly sentada en el brazo de éste, aunque a la morena no parecía importarle.

Las dos charlaban animadamente sobre el acontecimiento que estaba por venir.

- ¿Todavía no pensaste tu disfraz? - Le preguntó su amiga.

- Mmm, la verdad que no. Supongo que siempre se puede ir de bruja, zombie o esas cosas.

- Oh, aburrida. La gracia de estas fiestas es que los chicos nos vean sin uniforme, con ropa "divertida" - Le dijo su amiga, levantando las cejas en modo 1313.

- Querrás decir con poca ropa - Agregó Marina, riendo - Claro, eso porque tú tienes algo para mostrar...

Los hermanos Prince entraron a la sala común y la encontraron bastante animada. Al día siguiente comenzarían nuevamente las actividades escolares, así que era normal que todos estuvieran relajándose.

Al notar a Jazz dibujando en el sillón, Tom le indicó a su hermana, con solo una mirada, que siguiera su camino. Ella se encogió de hombros, y fue a dejar su morral por ahí, para poder sacar un libro de la pequeña bilioteca y ponerse a leer.

Tom por su parte, se asomó por detrás de Jazz para ver sus dibujos. Eran geniales, oscuros y creepys, aunque esta vez eran diferentes. Al parecer, estaba emocionada por Halloween.

- Podrías diseñar uno para mí, ya que estás en eso - Le dijo con una leve sonrisa - Si lo dejo en manos de Eerin, seguro me hace ir de príncipe o algo así.

Todos estaban animados, pero él se aburría. Odiaba los domingos. Podía ser porque eran el preludio al Lunes, pero más que nada porque eran día soporíferos, demasiado tranquilos... y aburridos.

Se levantó de su sillón al ver entrar a Rose. Dejó la historieta que estaba leyendo, nuevamente en la pequeña estantería, esperando que la rubia se alejara de la chica creepy y se juntara con su amiga. Cuando lo hizo, decidió acercarse como quién no quiere la cosa.

- ¿Ustedes también están con lo de los disfraces? - Preguntó, un tanto deprimido al escuchar de qué estaban hablando- Parece ser el único tema de conversación últimamente.

El breve encuentro con Rose no la molestó, ni tampoco la desconcentró, incluso sopesó para si lo dicho por la rubia, admitiendo que las sugerencias no eran malas, sin embargo decidió seguir haciendo trazos, sí tendría más opciones o le llegarían mejores ideas.

Sintió una nueva presencia detrás de ella, a la que ignoró por estar centrada en su trabajo hasta que reconoció la voz, giró su rostro lo bastante para verlo y sonreírle de vuelta.

- ¿Qué me ofreces a cambio? -le preguntó mientras le señalaba otro silloncito, para que se sentara si gustaba.

Le iba a explicar a su amiga en que consistían los disfraces cuando Kevin se acercó, le sonrió antes de hacerse a un lado para que el chico se sentara, el sillón era lo bastante amplio para que los tres cupieran, un tanto apretados eso sí, pero a Rose no le molestaba estar pegada a él. A Cathy tampoco le molestaba la situación, pero sabía que posiblemente se quedaría escuchando la conversación de los otros dos.

- Es natural, el baile es a fin de mes y muchos aún no han elegido.

Y había algunos que buscaban un buen disfraz para destacar, así que ellos le ponían más entusiasmo, mientras otros conseguían el primer disfraz económico que encontraran o simplemente improvisaban con algo.

- ¿Decidiste cómo irás? -le preguntó acariciándole la mano.

Notaba a Kevin poco entusiasta por el tema pero su curiosidad había sido más fuerte.

Se sentó en el sillón que le había indicado Jazz, o mejor dicho, se dejó caer pesadamente sobre él. La observó curioso por unos momentos, pensando en su pregunta.

- Lo que pidas - Le dijo con una sonrisa divertida. - Pero tiene que ser un disfraz acorde a lo que tendré que pagar por él.

Fijó sus ojos en él, como solía hacer a menudo antes de bajarlos para comenzar a trazar nuevamente, con un semblante neutro.

- Un beso -habló sin alzar la vista- será un gato negro, un traje ajustado -sonrió ligeramente- cola y orejas -mostró su bloc donde había realizado un bosquejo- O puedo diseñarte uno mejor si permites que te escuche cuando toques el violín.

Volvió a fijar su vista en él, sin mostrar expresión alguna.

Le devolvió la mirada, esperando la respuesta. Ya se estaba acostumbrando a esos mini-silencios, en los que la mente de su compañera parecía pensar o calcular, vaya uno a saber que cosa.

Su sonrisa no duró mucho al oír de que se trataría el disfraz que debía pagar con un beso. Miró el bosquejo con interés y no se veía mal, pero no se imaginaba para nada usándolo. Al oír la segunda "petición", se quedó pensativo, mirando el suelo. Eso era pedir bastante... Tocar frente a alguien que no fuera su hermana, era algo que le costaba incluso imaginar.

Se levantó del silloncito y se puso en cuclillas frente a ella, mirándola desde abajo, para interceptar su mirada. Le sacó el bloc por unos segundos para darle un beso, y luego se lo devolvió.

Se sentó al lado de las chicas, esperando de verdad no molestar a Cathy, sabía que podía ser un poco absorbente con Rose, y la chica no era de hablar mucho.

- Aún no me he puesto a pensar, así que estoy abierto a las ideas que puedan darme. - Dijo con una sonrisa. - ¿Ustedes de qué irán? - Preguntó curioso.

Lo observaba a detalle, el cambio de su expresión, su mirada agachada, su siguiente movimiento y sus ojos antes de sentir sus labios. Miró su bloc cuando lo tuvo en sus manos. Ya imaginaba esa respuesta, así que sonrió y volvió a mirarlo.

- A) Te gustó el disfraz. B) Querías besarme. C) No te gusta tocar frente a otros -enumeró con sus dedos- ¿Qué opción es la correcta?- preguntó mientras se recargaba en el sillón y cruzaba una pierna sobre otra. Dejando el papel y lápiz por un momento.

Seguía en cuclillas frente a ella, y al escuchar su respuesta, otra sonrisa divertida se dibujó en su rostro. Fingió pensarlo por unos segundos.

- B y C. - Respondió - El disfraz no está mal. Pero... ¿Un gato? ¿En serio? Y para rematarla... ¿Ajustado? - Preguntó curioso, con una sonrisa torcida.

Se hizo la imagen mental y le pareció algo demasiado bizarro. Encima con cola y orejas... Jazz era más cruel que Eerin.

Estiró una de sus manos hacia el rostro de Tom, comenzando a juguetear con su cabello mientras le dedicaba una sonrisa.

- Tienes un cuerpo atractivo que debe aprovecharse -deslizó la yema de sus dedos por la mejilla del chico- Pero, si no te agrada, puedo diseñar otro, a cambio de un precio por supuesto -comentó mientras sus dedos le acariciaban los labios- por supuesto, no será uno de los anteriores.

Alejó su mano para colocarla sobre uno de los brazos del sillón, esperando la respuesta del muchacho.

Una sonrisa entre creepy y perv surcaba sus labios al oír las palabras de Jazz, y sentir sus "caricias". Era divertido en parte no saber si la chica hablaba en serio o solo estaba jugando. Posiblemente fuera lo segundo, pero no había problemas, ya que a él también le gustaba jugar.

- Mi cuerpo puede ser aprovechado de muchas maneras... Algunas de las cuales, serían puramente de tu beneficio. - Dijo, torciendo aún más su sonrisa. - ¿Cuál sería el precio que debería pagar? - Preguntó, mientras apoyaba su mentón en el brazo del sillón en el que Jazz tenía su mano.

La imagen era medio extraña. Entre la forma en la que Jazz estaba sentada, y la forma en la que él estaba ubicado, posiblemente daban la impresión de un amo y su mascota... Pero a Tom poco le importaba, claro está.

Cathy escuchó la pregunta del chico y puso su mirada curiosa sobre Rose, a decir verdad ella no sabía ya que su plática había sido interrumpida. Sólo rogaba que no mostrara tanta piel, como cuando la convenció de que se disfrazaran de odaliscas. Claro que su amiga se veía estupendo pero no podía decir lo mismo de si misma.

— Lo verás esa noche —respondió con una sonrisa antes de acercarse al oído masculino — Si descubres quien soy, podemos ir a perdernos por algún lugar —regresó a su posición original — En cuanto a tu disfraz, podría ser de Tarzán, sólo necesitarías un taparrabos -le dijo traviesa.

Ese día se encontraba un tanto aburrida, por lo que decidió ir a la sala común. Hubiera preferido irse a golpear cosas pero el profesor Ian le había aconsejado varias veces que conviviera con los demás (sin violencia de  por medio de preferencia), porque según él, la veía un tanto solitaria. Podía ignorarlo pero sabía que insistiría así que le daría por su parte aprovechando que no tenía algo más que hacer.

Avanzó por el lugar, llegando a sus oídos varias conversaciones que repetían la palabra disfraz. Claro, se acercaba el baile de disfraces que causaba emoción en unos e indiferencia en otros. Ella solía mostrarse como el segundo grupo, soltando comentarios como "Vaya tontería" "¿Qué chiste tiene?", sin embargo había asistido al baile anterior con disfraz y todo, manteniendo el perfil bajo para que no la descubrieran o dando cualquier escusa si lo hacían.

Sin quererlo se acercó a Marina y Kelly, escuchando la conversación de ambas.

— ¿Cuál es el chiste de mostrar la pechuga? — preguntó espontáneamente, mirando a ambas chicas.

Llegó a la sala común leyendo algunas partituras que traía consigo mientras tenía los audífonos puestos, estaba intentando sacar otra canción en piano. Se trataba de la canción favorita de Angie y quería poder dedicársela en su cumpleaños, que ya se estaba acercando. (El suyo propio también se aproximaba, aunque no pensaba mucho en eso).

Al llegar vio a Marina y a Kelly en primera instancia y pensó en ir a saludar, sonriendo un poco alegre. Al parecer hablaban con Victoria, con quien personalmente no tenía problemas por los momentos, podría saludarla también.

Se acercó quitándose los audífonos preguntándose de que estaría hablando el trío de chicas, aunque al escuchar la pregunta de Victoria se quedó con cara de 'o_o' en lo que frenaba en seco sus pasos... Le hubiese gustado poder seguir de largo para disimular, pero ya estaba prácticamente frente a ellas... Que pena, al parecer había entrado en una conversación algo inapropiada para él.

Kelly se volteó a ver de donde provenía la voz, y al ver que era Victoria, no le extrañó la pregunta.

- La gracia es hacer algo diferente. - Respondió como si nada - Siempre andamos tapadas hasta la nariz, no le veo el daño a mostrar un poco de piel de vez en cuando.

Marina por su parte, se percató de la presencia de Damon, a quien saludó amablemente con la mano al ver que tenía los audífonos puestos.

- Hola, Damon - Saludó finalmente, al ver que el chico se sacaba los audífonos - Estamos hablando de los disfraces para Halloween... ¿Ya sabes de que irás? - Preguntó, tratando de desviar la conversación a un lugar más neutral. Conocía el temperamento de Victoria y el de su mejor amiga... Y podía percibir una discusión en el aire.

Ladeó la cabeza ligeramente, lo suficiente para que su cabello la siguiera en el movimiento sin problema. Su sonrisa era igual de creepy pero en sus ojos se mostraba un brillo de perversión al escuchar el comentario del chico.

— Sí, podría experimentar con él, dibujarlo...besarlo —llevó la mano que descansaba al cabello del chico, dedicándole suaves caricias como si de un gatito se tratara, sonriendo al imaginárselo como uno, tal vez ese disfraz resultaba más acorde de lo que ambos creían — Dibujarte —se quedó pensativa un momento, continuando con los mimos de forma distraída — Ese podría ser el precio. ¿Qué me dices?

Le alzó suavemente el rostro por el mentón, inclinándose lo suficiente hasta que su rostro quedó cerca del otro.

Escuchó la respuesta de Kelly, sin terminar de entender cual era la gracia, según ella, un disfraz debía ser genial cómodo, lo que resultaba más importante que mostrar piel para deleite de varios hormonados ahí presentes. Sin embargo no pudo hablar porque aparecía un alumno de grado superior, compañero de cuarto de Franz, lo que sabía por casualidad, no es que estuviera atenta al rubio, para nada.

Dejó que hablaran entre ellos, dedicándose a ver alrededor hasta que se topó con la pareja, o lo que fuera, de creepys que posaban a lo Kuroshitsuji.

— Sólo falta que le ponga una correa — comentó al aire mientras alzaba una ceja— y que le apriete el cuello con eso.

Todavía no olvidaba su encuentro en las bodegas y el chisme que vino después de eso. Por fortuna gracias a los golpes el paso del tiempo, las habladurías disminuyeron por lo que había regresado a su vida normal, así que nadie tocaría nuevamente el tema si apreciaban sus vidas.

-Eh... Hola- Saludó todavía sintiéndose un poco sorprendido e incómodo por la pregunta de Victoria, aunque se le pasó rápido ya que las chicas no siguieron insistiendo en el tema.

-Ah, eso- Sonrió un poco más -Pues... Angie dice que ya me tiene disfraz, pero aún no me dice qué es, quiere que sea sorpresa- Les comenta viendo las partituras entre sus manos brevemente cuando menciona a la rubia.

-Me sorprende un poco que la mayoría no le pida a alguien ser su pareja para la fiesta. En mi otra escuela era lo que se acostumbraba y tengo entendido que en otras también- Comenta en lo que ve hacia el resto de la sala, volteando a ver hacia donde veía Victoria. Por su parte él no quería saber nada al respecto ni quería tratar con ninguno de los dos, no porque le cayeran mal ni nada parecido, pero sí le recordaba lo que había pasado con Voltaire y eso le desanimaba.

Volteó a ver de nuevo a Kelly y a Marina, suspirando levemente para no pensar en cosas desagradables (para él, al menos) -Ustedes ya decidieron?- Les sonríe con calma.

Una brujita entró a la sala común. Ya que era el mes de octubre dicho disfraz iba a tono, aunque al final usara algo atípico justamente en Halloween, pero Tessa no se fijaba mucho en eso, después de todo, existían muchas personas que usaban prendas que no tenían que ver con seres sobrenaturales y/o aterradores.

Avanzó por el lugar recibiendo algunas miradas a las que no les prestó atención, hasta toparse con un grupo de gente. Quedándose ahí mientras escuchaba.

— Tal vez no quieren que alguien se sienta triste por no tener pareja. —comentó con calma.

A ella nunca la habían invitado en su antigua escuela, así que debía ir sola y entretenerse sacando fotografías de los demás. En las fiestas de disfraces solían tratarla con normalidad, se preguntaba porque no ocurría así el resto del año.

—Apretar el cuello de alguien no es amable —le dijo a Victoria como si nada antes de mirar hacia el otro sillón, pensando en correas, gatitos, y preguntándose donde estaría Mr Brócili.

Se dejó acariciar, sonriendo leve y creepymente. Podía sentir las miradas ajenas, pero poco le importaban. Estaba más interesado en las palabras de Jazz.

Se dejó levantar por el mentón, ampliando la sonrisa. Podía sentir la respiración ajena, y los ojos clavados en los suyos.

- Me agrada la idea. Dime el día, la hora y el lugar, y soy tuyo - Dijo divertido. Levantó levemente el rostro para besarla en los labios, y volver a sonreír.

- Que mala, me dejas con la intriga. - Dijo, fingiendo pesar.

Al oír la propuesta para su disfraz, le devolvió la sonrisa traviesa a la rubia.

- Si quieres verme con poca ropa sólo tienes que pedirlo - le dijo al oído - No es necesario que me exponga frente a toda la escuela, aunque no dudo que muchas apreciarían la vista - Agrego divertido.